La escuela se suma a los nuevos usos y costumbres de los adolescentes y por eso ya son cada vez más los docentes que arman grupos en la red social Facebook para difundir material de lectura, trabajos prácticos o, bien, brindarles información a sus alumnos. Una modalidad que les permite estar siempre comunicados.
«Las redes sociales pueden favorecer mucho el aprendizaje porque contribuyen a la comunicación entre docentes y alumnos. Se pueden crear vínculos muy interesantes, pero también existen muchísimos peligros que es necesario que los docentes traten con los chicos», consideró Karina Amadeo profesora en Letras y especialista en Educación y Nuevas Tecnologías.
Junto a un grupo de alumnos de sexto año de la Escuela Secundaria Nº 26 de La Plata, la docente abrió el debate sobre la utilización de las redes con fines educativos. El nuevo fenómeno se denomina «Aula aumentada» ya que permite abrir las fronteras para que el aprendizaje continúe más allá de los límites de la escuela.
En este sentido, Amadeo resaltó que las posibilidades de las redes traspasan las aulas y la currícula para abrir un abanico de posibilidades impensadas. La comunicación se plantea de esta manera entre alumnos y docentes para seguir compartiendo temas que tengan que ver con la materia más allá de la clase.
«De repente encuentro una frase con una imagen muy potente, que permite trabajar un tema, entonces lo publicó y esto genera un debate. La intervención de los alumnos en un chat puede dar frutos muy positivos», aseguró la docente.
«La ventaja del Facebook es lo instantáneo. El 90 por ciento de los alumnos acceden a esta red a través de sus celulares por lo tanto si yo publico algo, la notificación llega inmediatamente. De esta manera se enteran si hay material nuevo, si la profesora dijo algo», detalló.
Amadeo sostuvo que la mayoría de los grupos que implementan los docentes son cerrados, por lo que no es necesario que los chicos se conviertan en amigos de sus profesores y, de esta manera, se pueda mantener la privacidad de todos. Es decir que solo comparten lo que es competencia de la materia y ninguno puede acceder a otros detalles como, por ejemplo, fotos familiares o publicaciones personales.
Para la docente del establecimiento ubicado en la calle 4 entre 62 y 63, el uso de las redes no cambia el vínculo pedagógico pero mejora la comunicación. Sin embargo, consideró de importancia tratar con los alumnos para el uso responsables de los grupos con el fin de evitar un trato más familiar, y responder a ciertas reglas como horarios y tipo de consultas.
«La idea es trabajar sin invadir la privacidad del otro y la libertad del otro de poner en su Facebook lo que quiera, pero siempre compartiendo valores. Por otro lado, lo relevante además es encontrar un espacio en las redes para que lo que hacemos en la escuela esté presente en las redes», mencionó. En tanto ,los alumnos aseguraron tener un perfil de Facebook pero muchos tienen Twitter e Instagram,donde suben,en el primero de los casos,frases u opiniones y, en el segundo,fotografías , a través del celular.
Amadeo contó que las charlas en el aula sobre el uso de la redes es habitual y,explicó,que en forma continua se advierte a los alumnos sobre los riesgos de exponer su intimidad, lo que que puede puede atentar contra la integridad física y emocional.