Los trabajadores de la salud porteños anunciaron que se realizará un quite de tareas y otras medidas luego de que se informara sobre la muerte de José Aguirre, un enfermero del Hospital Rivadavia internado en el Sanatorio Anchorena infectado con SARS-CoV-2.
José Aguirre era uno de los trabajadores del Rivadavia que se encontraba en grave estado. Un compañero suyo se encuentra también en estado grave en el Sanatorio Méndez, de Obsba. ATE informó que luego de interceder ante la Defensoría del Pueblo para que le realizaran el tratamiento con plasma «que se gestionó a través del Hospital Durand, este compañero que recibió el tratamiento está en franca mejoría, restableciéndose.»
ATE denunció que «para evitar esto es que reclamábamos los protocolos consensuados y los equipos de protección personal de calidad y en cantidad suficiente… nos racionan los EPP con orden del Ejecutivo del GCBA a través del CEO, las autoridades del hospital cómplices. Y desde su omnipotencia no aceptan que los protocolos sean consensuados. No funcionan los protocolos si se escriben en escritorios se deben redactar por quienes trabajamos en la trinchera.»