El autor fue identificado como Daniel Ángel Salazar Aceituno, de 30 años, quien se desempeña como profesor de artes marciales en el polideportivo del barrio La Estanzuela.
El asesino había dejado el gas abierto con una vela encendida
Los efectivos de Policía Científica se encontraron con esa escena cuando ingresaron al domicilio familiar
23 de octubre de 2016
La provincia de Mendoza se encuentra conmocionada por un triple asesinato que se produjo en el barrio Trapiche de la localidad de Godoy Cruz: un hombre mató a su pareja, su cuñada y a su suegra.Además, hirió a su hija de apenas siete meses y al niño de 11 años que denunció el hecho.
El autor fue identificado como Daniel Ángel Salazar Aceituno, de 30 años, quien se desempeña como profesor de artes marciales en el polideportivo del barrio La Estanzuela.
A las 8.30 de este domingo Salazar ingresó al domicilio que posee en la calle Entre Ríos al 1800, donde estaban sus familiares y, tras asesinarlos, se dio a la fuga.
Después de matar a su familia, Daniel Salazar dejó el gas abierto con una vela encendida y huyó,
Se trata de Claudia Lorena Arias, de 30 años, su tía, Marta Susana Ortíz, de 45, y su abuela Silda Vicenta Díaz, de 90. Las tres fueron asesinadas a puñaladas, en el barrio Trapiche, de Godoy Cruz.
segúnreveló esta mañana el ministro de Seguridad provincial Gianni Venier.
Los efectivos de Policía Científica se encontraron con esa escena cuando ingresaron al domicilio familiar, explicó el funcionario.
El único testigo del múltiple crimen que sacudió al barrio Trapiche de Godoy Cruz, provincia de Mendoza, fue un niño de apenas 11 años. De acuerdo con Venier, tras haber observado la escena -y antes de esconderse dentro del baúl de un auto- el chico llamó por teléfono a un familiar y anunció: «Papá mató a mamá».
Venier consideró que Salazar «es un psicópata que no puede alegar ninguna emoción violenta ni estado transitorio de inimputabilidad».»Es un tipo que plenamente en uso de sus condiciones mentales realizó esta masacre», opinó. Y agregó: «No se puede creer esta maldad humana».
Tras haber asesinado a sus familiares, el presunto autor huyó de la escena del crimen y se dirigió al Hospital Central. Allí llegó con la mano ensangrentada, evitó ser identificado y les dijo a los médicos que había sido víctima de un asalto. Sin embargo, los profesionales no dudaron en dar aviso a la Policía y Salazar cayó detenido.