Considera que opacó el lanzamiento de Larreta, le arrebató el discurso anti grieta y profundizó la interna del «agotado» Frente de Todos.
Batacazo. Un golpe inesperado. Esa es la lectura eufórica del entorno del gobernador Juan Schiaretti que vivió la ruptura del bloque de senadores peronistas como un paso clave en la pulseada que mantiene con Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta por ser el eje de una construcción alternativa, superadora de la grieta.
El acuerdo se selló la misma tarde del miércoles, casi en simultáneo con el lanzamiento presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, la opción de centro en la interna de Juntos. Entre los colaboradores del gobernador cordobés consideran que por haberle quebrado el quorum a Cristina, la presentación del bloque Unidad Federal «diluyó» la puesta en escena del jefe de Gobierno porteño.
«No lo esperaba ni la prensa ni la política, de ahí su impacto», dice un asesor del Senado respecto de la centralidad que ganó el nuevo bloque en la agenda informativa.
Hay una segunda lectura en el schiarettismo: Snopek, presidente del nuevo bloque, no ahorró críticas al presunto compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, su cuñado Gerardo Morales.
El documento que se terminó de redactar minutos antes de la presentación del bloque, además de replicar ejes del discurso anti grieta que Schiaretti pronuncia desde hace varios meses en cada una de sus apariciones públicas, deja abiertas las puertas de la ambulancia.
El guiño a los peronistas que huyen del barco del Frente de Todos es explícito. La carta de Guillermo Snopek que Cristina hizo pública completa la invitación a la retirada de los peronistas no kirchneristas. Hay una segunda lectura en el schiarettismo: Snopek, presidente del nuevo bloque, no ahorró críticas al presunto compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, su cuñado Gerardo Morales.
«Cada uno tiene su territorio y los oficialistas representan a tres gobernadores», dicen en el schiarettismo respecto de la incidencia de Alejandra Vigo (Córdoba), Eugenia Catalfamo (San Luis) y Edgardo Kueider (Entre Ríos). El entrerriano venía amagando desde 2021 con romper al Frente de Todos. Ahora, con la fractura expuesta, en el schiarettismo entienden que el pase de Gustavo Bordet al espacio «anti grieta» está a un paso de materializarse.
«Desbancamos a Cristina en el Senado», decía tras la conformación del nuevo bloque en el Senado un schiarettista puro que ponía en clave de interna peronista la letalidad de la conformación de Unión Federal. Como ya se contó, el plan nacional de Schiaretti incluye ser parte del peronismo que viene, el «peronismo post Cristina». Cerca del gobernador cordobés analizan que el peronismo de Córdoba «no puede ser ajeno» a la conducción del PJ nacional si es que éste quiere desmarcarse del kirchnerismo.
En sus últimas apariciones, Schiaretti hizo suya aquella frase de Mauricio Macri: «El kirchnerismo tiene secuestrado al peronismo». «Si el PJ nacional quiere dejar de ser K, no puede excluir al único gobernador exitoso que se mantuvo enfrentado a Cristina», repiten en El Panal.
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