Aborto legal: Diputados dio media sanción y solo falta el Senado

Con la presencia de históricas de la Campaña Nacional y funcionarios en los balcones, la Cámara de Diputados dio media sanción a la legalización del aborto. Una verdadera explosión sacudió a la marea verde que acompañó la sesión desde la Plaza del Congreso. Gritos y abrazos como antesala del debate que espera en el Senado para transformar el proyecto en ley.

A las 7.23 de la mañana, el tablero dijo que la interrupción legal del embarazo es ley: lo apoyaron 131 votos, que superaron a los 117 en contra; la cuenta sólo registró 6 abstenciones. “Resulta afirmativo, se comunicará al honorable Senado”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, mientras en el recinto los aplausos subían desde las bancas, tras 22 horas de sesión. Los festejos de la calle subían por las ventanas, como habían seguido sonando toda la madrugada: un mar verde que acompañó por segunda vez en dos años un reclamo histórico del movimiento de mujeres argentino.

Las últimas intervenciones habían puesto el tono emotivo para la votación que se auguraba, una mayoría consolidada al calor de acuerdos transversales de las cuatro comisiones en las que se labró el dictamen (Legislación general, Legislación penal, Mujeres y Salud). «En la historia grande de la ampliación de derechos solo se inscribe los que luchan, y nosotras estamos luchando», había cerrado Silvia Lospennato poco despues de que Brenda Austin recordara a Elvira Rawson, Alicia Moreau de Justo, Julieta Lanteri (y su memorable «arden fogatas de emancipación femenina»), y los aplausos llovieron desde las bancas verdes pero también desde los palcos, donde activistas de la Campaña (Marta Alanis, Dolores Fenoy, Nina Brugo, entre otras) se alternaban con funcionarias como la Secretaria Legal y Técnica de Presidencia, Vilma Ibarra, y la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta.

«Esta “es una lucha con un corte generacional”, dijo la anteúltima oradora, Gabriela Estévez, que agregó: «Si nos asomamos y miramos para afuera, vamos a ver miles de jóvenes que están esperando que este proyecto que estamos tratando tenga media sanción». 

Los discursos de cierre de diputadas y diputados que acompañaban el dictamen de minoría, es decir, el rechazo al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, habían reiterado argumentos repetidos desde 2018 y aún antes: la presunta inconstitucionalidad, la asimilación de un embrión con un «niño». «El aborto es el emergente claro de la falta de educación, de las desigualdades, de la violencia contra la mujer», había asegurado, participación virtual mediante, Graciela Camaño

Antes, alrededor de las 4.30 de la madrugada, un diputado dio cuenta de hasta dónde había llegado el clima de hostilidad nada simbólica que rodeó en las provincias a quienes apoyaban el proyecto de aborto legal. «No es un buen día para mí. Si bien vivimos en democracia, parece que no todos entienden lo que significa la palabra democracia», dijo el jujeño Julio Ferreyra antes de explicar:  «estoy recibiendo todo tipo de amenazas. Esas amenazas llegaron a casa de mi hija en la mañana de hoy». Por esas presiones, Ferreyra, en lugar de votar en favor del proyecto, FERREYRA Sólo su coterránea Gabriela Burgos, unas horas después, alertó sobre la gravedad de esa situación.

«¿Cuánto más hay que esperar?», preguntaba Carla Carrizo instantes después de que Eduardo Valdés anunciara que votaría en contra en general pero a favor de la despenalización.

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