Abuelas de Plaza de Mayo asegura que el coronavirus no frena la búsqueda de los nietos

Quienes dudan de su origen, dicen desde la institución, deben aprovechar el aislamiento preventivo, social y obligatorio para escribir al organismo y emprender el camino de averiguación “con la esperanza de que se produzca un nuevo encuentro”.

La pandemia no suspende la búsqueda de nietos y nietas apropiados durante la última dictadura. “Si bien nuestras sedes se encuentran cerradas para el cumplimiento de la cuarentena dispuesta por el Gobierno Nacional frente a la pandemia, la búsqueda de nuestros nietos y nietas no para”, aseguraron las Abuelas de Plaza de Mayo quienes, a través de un comunicado, invitaron a quienes dudan de su origen, a aprovechar el aislamiento preventivo, social y obligatorio para “escribir ese mail” al organismo y emprender el camino de averiguación “con la esperanza de que se produzca un nuevo encuentro”.

Días antes de que el Gobierno nacional decretara la presencia del coronavirus como pandemia en todo el país, las Abuelas decidieron cerrar su casa en la Ciudad de Buenos Aires y las sedes que funcionan en el resto del territorio a modo de prevención.

 No solo para aportar al cuidado colectivo sino, desde ya, para reforzar el cuidado de ellas, las que desde hace más de cuarenta años persiguen el objetivo original de la organización: hallar a los nietos y las nietas que les fueron arrebatados por los genocidas durante el terrorismo de Estado. “Las abuelas integran los grupos de riesgo frente a la circulación del virus que, al análisis de su historia de lucha, no es más que otro desafío”, cuenta Manuel Goncalves, nieto restituido e integrante del organismo. En ese sentido, amplía: “Ellas pasaron toda su vida repensando y evaluando cómo llegar con su mensaje de búsqueda. Y eso no cambió. Desde donde están, siguen buscando a los nietos”.

En el marco de la pandemia y confinades al aislamiento preventivo, el organismo continuó recibiendo consultas a través de sus diferentes correos electrónicos. “La búsqueda desde casa para que vuelvan a casa” insistieron esta mañana a través de un comunicado que emitieron con el objetivo de recordarle a la sociedad eso que planteó Goncalves: que siguen trabajando para encontrar a los nietos y las nietas que faltan.

“Hoy, a pesar del aislamiento social seguimos buscando con la esperanza de que se produzca un nuevo encuentro. Aprovechemos este momento para escribir el mail que nunca nos animamos a enviar. Cada restitución reafirma lo que las Abuelas supimos desde que comenzamos esta búsqueda: la verdad sana”, puntualizaron.

En este caso, buscan sensibilizar a aquellos que puedan llegar a “saber algo” sobre el destino de los bebés arrebatados a militantes víctimas del terrorismo de Estado desplegado durante la última dictadura. El confinamiento que obliga la cuarentena “dispara muchas veces el repensarse a uno mismo, el hacer evaluaciones de la vida de uno”, explica el nieto restituido. Esos momentos pueden ser, al calor de la lucha de Abuelas, una posibilidad: “Quizá motive a quienes tengan dudas a afrontar el camino para despejarlas, o quizá impulse a aquellos que saben cosas, a romper el pacto de silencio por el que las mantuvieron ocultas”, añadió.

“Muchas personas tienen la certeza de que conocen a un hijo o hija de desaparecidos. Esa información es fundamental para terminar con una búsqueda de cuatro décadas pero, además, lejos de hacer daño, le da la posibilidad de conocer la verdad sobre su origen a aquellas personas a las que se les negó”, remarcaron desde el organismo a través del comunicado que comenzó a circular esta mañana y que culmina con un deseo construido desde las condiciones excepcionales que otorga la pandemia: “Que estar en casa nos ayude a que otros también puedan volver a casa”. “El mensaje de las Abuelas apunta al compromiso social que resquebraje el pacto de silencio”, completó Goncalves, nieto restituido número 57 y, desde hace algunos años, funcionario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.

Las casillas de correo electrónico que desde siempre funcionaron para establecer contacto con quienes tengan dudas sobre su identidad o cuenten con información sobre hijos e hijas de desaparecidos nacidos en cautiverio son, desde que las medidas de prevención del contagio del coronavirus obligó a retacear el contacto físico al mínimo, los pilares principales de la organización. En dudas@abuelaas.org.ar , quienes se animen a averiguar si su identidad está, en realidad, vinculada con la de militantes secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura encontrará la compañía de las abuelas orientación; en denuncias@abuelas.org.ar aquellos que tengan algún dato que permita allanar caminos hacia nuevos hallazgos podrán compartirlo.

Así, el mensaje de Abuelas es un incentivo para que quienes puedan o sepan algo puedan dar el primer paso en la búsqueda de los nietos y las nietas que aún falta encontrar –son cerca de 300–: el acercamiento con quienes puedan orientarlos en ese camino. El segundo paso, el de verificación, requiere de una articulación del organismo con el Estado a través de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. Hoy, esa articulación se ve en cierta forma impedida de llevarse a cabo de manera habitual debido a las restricciones que impuso el aislamiento preventivo contra el Covid-19. Sin embargo “hay mucho que se puede hacer, fundamentalmente podemos escuchar, recibir dudas y datos”, aseguró Goncalves.