Se agrava la crisis en pizzerías con las restricciones

En virtud de los anuncios realizados por el Presidente de la República -y que serán efectivizados a partir de las 0hs del día sábado 22 de mayo y hasta el 11 de junio mediante la sanción de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia, desde APPYCE manifestamos nuestro alerta por la crítica situación a la que está siendo sometido el sector que representamos.

Tal como lo hemos expresado en la acción de amparo que presentamos ante la Justicia contra anteriores Decretos, sostenemos que existen razones sanitarias, jurídicas y económicas que llevan a impugnar toda normativa que impida trabajar libremente al sector. Seguiremos extendiendo los planteos contra toda nueva decisión, sin que ello implique desconocer la gravedad en la propagación del virus COVID-19.  

Sostuvimos y seguimos manteniendo que -más allá de los datos sanitarios-, las medidas no resultan aceptables en tanto no se propongan acciones eficientes para el sostenimiento de la actividad económica gravemente afectada, como nuestra industria. Insistimos que el programa REPRO no resulta una solución de fácil acceso, otorgamiento, ni tampoco los montos asignados un alivio para el sostenimiento de los empleados de nuestro sector.

  Por ello es determinante establecer de antemano las consecuencias que esta medida generará:

    a.- Profundización del endeudamiento del sector, que oportunamente se vio obligado a invertir en infraestructura para poder cumplir los protocolos sanitarios. Las ayudas recibidas siguen siendo insuficientes para empresas en crisis. 

    b.- Esta nueva restricción horaria y de circulación afecta directamente al sector (el 70% de la facturación de una pizzería corresponde al horario nocturno y fines de semana).

c.- El anterior DNU (241/21) nos permitió trabajar en espacios abiertos donde, además, la facturación de los comercios dependía de factores climáticos. Hoy nos vemos obligados a limitar el trabajo, quedando habilitados solo para take-away y delivery.    d.- Todas las medidas sanitarias y los costos de inversiones sobre los espacios para funcionar -en verano primero y ahora en temporada invernal- solo agravarán la situación. Recordemos que, con aforo reducidos y protocolos ha quedado demostrado que la gastronomía no es un foco de contagio.   

 c.- El anterior DNU (241/21) nos permitió trabajar en espacios abiertos donde, además, la facturación de los comercios dependía de factores climáticos. Hoy nos vemos obligados a limitar el trabajo, quedando habilitados solo para take-away y delivery.    d.- Todas las medidas sanitarias y los costos de inversiones sobre los espacios para funcionar -en verano primero y ahora en temporada invernal- solo agravarán la situación. Recordemos que, con aforo reducidos y protocolos ha quedado demostrado que la gastronomía no es un foco de contagio.    e.- Hasta el momento contabilizamos el cierre definitivo de aproximadamente un 20% de pizzerías y casas de empanadas en C.A.B.A. Las pérdidas de las fuentes laborales lejos están de reinsertarse nuevamente en el mercado laboral.   

A pesar del dinámico diálogo con las autoridades, las decisiones adoptadas y los paliativos otorgados no resultan adecuados. Por ello seguiremos peticionando en todos los ámbitos pertinentes a efectos de que nuestra actividad sea sostenida, como una de las más afectadas por la pandemia.

Fuente: Comunicado de prensa de APPYCE