De profesión, camionera

La misionera Gabriela Da Cruz tiene 29 años y, desde hace siete, se convirtió en una de las pocas mujeres que recorren las rutas argentinas al mando de un camión. Las fotos y videos de sus viajes revolucionan las redes sociales.

Gabriela Da Cruz nació en Posadas y desde hace un tiempo reside en Trelew, provincia de Chubut. Hace siete años es camionera, eligió esta profesión como alternativa de trabajo pero también por pasión.

Cada semana se lanza a las rutas argentinas para transportar alimentos y materiales de construcción: “cargué silos, contenedores, arena, piedra, hasta partes de grúas”, contó a Revista SextoSentido desde Ushuaia donde hizo una pausa para responder a la entrevista. Al finalizar, nuevamente subió al camión, tomó el volante y continuó su marcha transportando “carbonato de sodio que se utiliza para jabones y cerámicos”.

Gabriela además realiza viajes solidarios: “La empresa para la que trabajo es un negocio familiar y siempre ayudan a los más necesitados, recolectan alimentos para los comedores y ropa para donar”, explicó la joven con admiración y orgullo.

Su sueño de convertirse en chofer de larga distancia comenzó a los ocho años; “mis abuelos se estaban mudando y contrataron un camión de mudanzas. Cuando vi el vehículo me quedé sorprendida, tanto del camión como del trabajo que hacía el chofer; de pasar mucho tiempo viajando y viendo los lugares y provincias del país”. Y desde ese instante supo que quería ser.

Desde pequeña tuvo en claro sus objetivos y metas. Nos dijo que la vida que le tocó vivir la inspiró y la convirtió en una chica segura y con decisiones firmes.

“Para mí no fue nada fácil porque crecí sin mis padres, por circunstancias de la vida me tocó vivir con mis abuelos. Mi madre fue mamá soltera muy joven y tuvo que salir a trabajar. Todo esto me ayudó a salir adelante y pensar sobre mi futuro”.

Al cumplir los 16 años comenzó su camino. Primero como acompañante en un Volvo modelo 95. Luego, a los 22 años, obtuvo la licencia profesional y tomó el volante de un camión Scania 113. Desde ese instante se convirtió en una de las primeras camioneras que tiene nuestro país.

Ahora, con 29 años, esta bellísima misionera se encuentra al mando de un Volvo FH 440 modelo 2015 con el que recorre las rutas argentinas, “principalmente la ruta nacional 3 y también hice la ruta nacional 40”, nos dijo.

La conductora pasa gran parte de su vida al mando del camión y eso es lo que más disfruta. Para ella “lo más maravilloso que me dio mi profesión fue conocer distintos lugares y personas de mi hermosa Argentina, de Jujuy a Ushuaia”.

Por otro lado, explicó que para atravesar las rutas se debe respetar un protocolo: “En la ciudad de Caleta Olivia no podemos circular de noche, nos demoran para hacernos cruzar en fila, varios camiones escoltados por los patrulleros. Son bastante exigentes, entiendo los protocolos y los respeto porque me parece que tratan de cuidarnos”.

Por último, Gabriela nos comentó que para concretar su gran sueño muchas personas la acompañaron y guiaron: “Primero estoy agradecida con mi expareja porque fue quien me enseñó sobre mi profesión. Después a mi familia por el apoyo que me brindan en cada paso que doy. Y finalmente agradecer a la empresa en la cual trabajo, por confiar en mí porque cuando me quedé sin trabajo, en el anterior transporte, ellos se enteraron y me contactaron para que me viniera a trabajar. Son únicos, a los choferes nos tratan como familia”.

Actualmente y mientras disfruta de los viajes que le brinda su trabajo, planifica su futuro: “Quisiera estudiar Administración de Empresas y comprarme mi propio camión, con el vehículo darle una mano a las personas que sueñan con ser choferes”.

Y recuerda a la niña de ocho años que se asombraba al ver un camión: “Cumplí mi sueño y hoy soy chofer de larga distancia. Pero ahora vamos por mi próxima meta, por la cual estoy trabajando; ser jefe de tráfico y como ya lo dije comprar mi propio camión”.

Código de camioneros

Viajan por días, solos y lejos de sus familias. La vida del camionero no es sencilla y requiere de una entrega total. Pero y como afirma Gabriela “es mi pasión”.

Es por eso que entre camioneros siempre existen los códigos de solidaridad. “Nos ayudamos entre nosotros, si alguno rompe en ruta vas a ver que paran todos dispuestos a ayudar, sin hacer distinción de empresas”.

Informe: Revista Sexto Sentido/ primeraedicion.com.ar