Coronavirus: los trabajadores de Coto denuncian 300 contagios en la empresa

Trabajadores del supermercado COTO publicaron una carta abierta para denunciar que la cadena ya acumula 300 casos positivos de Covid-19 y 56 sucursales están en «completo abandono sanitario», sin que la empresa ni el Estado intervenga. «¿Algún fiscal actuará de oficio? ¿Algún ente de control gubernamental evitará el desastre?», interpelaron les trabajadores.

La carta abierta de les trabajadores de la cadena de supermercado, según la agencia NA, exige la intervención del Poder Judicial o Ejecutivo para normalizar la situación en la empresa respecto de los protocolos sanitarios en el marco de la pandemia. «Cuál es la razón para que una cadena que emplea a 20 mil trabajadores con un caudal diario enorme de clientes, muchos de ellos adultos mayores, no tenga que dar explicaciones ante el sindicato, la justicia, la política, la prensa», expresan. 

En la misiva los empleados también apelan a los medios de comunicación y a los gremios del sector:  «Es de no creer cómo la empresa Coto deja expuesta la salud pública y todos hacen la vista hacia otro lado: la mordaza de la pauta publicitaria, sus voceros sindicales que ofician de patotas para silenciar a trabajadores y delegados».

En el inicio de la cuarentena, el propio Alfredo Coto, dueño de la cadena de supermercados y que por su edad está comprendido en los grupos de riesgo, apareció en La Matanza protestando con barbijo para evitar el cierre de una de sus sucursales. 

Poco después, el 22 de junio pasado, se viralizó un video del gerente de operaciones de COTO, Eduardo Búfalo, amenazando a inspectores que iban a cerrar una sucursal tras detectarse casos de Covid-19 sin que la empresa tomara medidas. 

En la carta, respaldada por la agrupación La Voz de Comercio, se pone como ejemplo los numerosos casos positivos de Covid-19 en una sucursal de la empresa sin que la empresa hubiera tomado ninguna medida. Según detalló la agencia NA, el domingo se conoció que había 10 empleados contagiados en la sucursal del barrio porteño de Boedo, número que hoy se elevaba a 27, sin que la sucursal hubiera hecho una desinfección de sus instalaciones. 

«Somos esenciales, no descartables. No les pedimos que hagan nada de otro mundo, solo cumplir con lo que deben», denunciuaron los trabajadores en la carta pública.