Este martes el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió el cierre del Centro de Inclusión Social de Retiro, ubicado a una cuadra del Barrio 31, luego de detectar que 79 de las 92 personas en situación de calle que permanecían allí estaban contagiadas de covid-19. Mientras se espera el resultado de los análisis de las 13 personas restantes y de los trabajadores del centro, diversas organizaciones sociales denuncian que las medidas de prevención son insuficientes para las personas en situación de calle.
El Centro de Inclusión Social de Retiro, conocido como «Parador Retiro», es uno de los refugios para personas en situación de calle más grandes de la ciudad, con una capacidad máxima de 180 personas. Ubicado en el cruce de las avenidas Gendarmería Nacional y Antártida Argentina, se encuentra a solo cien metros del Barrio 31. El pasado 5 de mayo, tras el crecimiento exponencial de infecciones que afectó al barrio, el gobierno nacional, en conjunto con el porteño, realizó testeos puerta por puerta en el marco del plan Detectar. Tres días después, los resultados confirmaron que uno de los casos detectados se albergaba en el centro. Desde el viernes 9 de mayo hasta el momento, los casos confirmados en el parador se elevaron a 79.
En este sentido, el Gobierno de la Ciudad emitió este martes un comunicado en el que informó que, de un total de 92 análisis realizados, se encontraron «79 casos positivos y hay 13 a la espera del resultado. Se realizaron los traslados al sistema extra hospitalario de la Ciudad, al tiempo que se determinó el cierre del parador». Según el comunicado, apenas detectado el primer caso, «se identificaron casos positivos adicionales, que derivaron en la decisión de realizar el test a la totalidad de los residentes en el parador y los trabajadores».
Sin embargo, el referente de Proyecto 7, organización que en estos momentos cuenta con tres centros de integración para que las personas en situación de calle puedan realizar el aislamiento, sugirió a este diario que la decisión de testear a toda la población del centro no habría sido tomada de modo inmediato. Según la versión que llegó hasta Ávila de parte de personas que se encontraban en el lugar, «después de diagnosticado el primer caso no hubo respuesta, por lo que la gente se puso nerviosa y terminaron por tomar el centro para pedir que se hiciera algo, recién entonces se hicieron los tests», detalló.
Hasta el momento, desde el Gobierno de la Ciudad tampoco confirmaron cómo fue que ingresó el virus al lugar, teniendo en cuenta que las medidas de prevención indican que las personas deben permanecer dentro del parador. Por otro lado, si una nueva persona quiere ingresar al centro, «se debe realizar un control de temperatura y en el caso de haber un caso sospechoso, aislar a la persona y llamar al 107», según explica el propio gobierno en el comunicado emitido.
En este sentido, Ávila sostuvo que «si una persona salió y volvió a ingresar es porque no se tomaron las medidas de precaución. Ellos piensan que ‘a esta gente le damos cama, comida, las tenemos encerradas y ya está’, pero esto no está acompañado de la prevención necesaria». En el comunicado también se lee que entre las principales medidas para los paradores se encuentra la preparación de «un espacio de aislamiento para trasladar a los alojados en caso de ser necesario». Sin embargo, Ávila denunció que esto no se cumple: «No hay espacios de aislamiento en los centros estatales. Y no hace falta mucho para hacerlo, con tres durlocks y una puerta lo hacés, lo que hace falta es decisión política».