Venecia, la ciudad italiana que brindó la primera postal del efecto positivo en el medioambiente de las medidas de aislamiento contra la pandemia del coronavirus , volvió a sorprender. Científicos descubrieron que la ciudad de los canales, cuyas aguas ya se habían vuelto cristalinas a mediados de marzo, ahora también alberga grandes medusas. Su aparición está directamente relacionada con la falta de actividad en las vías fluviales, el descenso de las emisiones de gases y la pronunciada baja del turismo en la zona.
El descubrimiento estuvo a cargo del zoólogo Andrea Mangoni, quien logró capturar parte del nuevo ecosistema que prospera en los canales, incluida una medusa barrell que se desliza con gracia por las aguas. Venecia fue una de las primeras ciudades europeas en entrar en cuarentena para evitar la propagación de la covid-19. Pero mientras los seres humanos se confinaban en sus casas para luchar contra el virus, la naturaleza empezó a resurgir en los canales.
«Gracias a la excepcional calma de los canales de Venecia por la ausencia de botes, esta medusa (Rhizostoma pulmo) nadó en las aguas transparentes cerca del puente Baretteri, y pareció deslizarse a través del reflejo del edificios, increíblemente inmóviles «, escribió en Instagram Mangoni.
Según Attilio Rinaldi, profesor adjunto de la Universidad de Bolonia en Italia, la especie de medusa vista en las aguas de Venecia suele ser vista en el Adriático superior. De acuerdo a los investigadores, este tipo de medusas puede viajar fácilmente a través de redes de canales naturales.uinos coro
El coronavirus también provocó efectos secundarios positivos en otros lugares del mundo. La semana pasada se vieron pingüinos caminando por las playas de Miramar, carpinchos en las calles de Necochea y ciervos de los pantanos en el del delta del río Paraná. Al mismo tiempo , la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (APrA) informó que la calidad del aire de la Ciudad mejoró en un 50 por ciento entre el 20 y el 25 de marzo, los cinco primeros días del aislamiento obligatorio que decretó el Gobierno por la pandemia, en comparación al mismo periodo del año pasado.
Del mismo modo, escenarios similares se dieron en Rusia, donde se logró captar por primera vez en varios años al leopardo de las nieves ; en Tailandia, cientos de monos hambrientos protagonizaron una pelea en la localidad de Lopburi y en India se hizo posible a ver la Cordillera del Himalaya desde 200 kilómetros, algo que no sucedía hace 30 años. Algo parecido sucedió en Kenia, donde se pudo volver a ver el Monte Kenia, la segunda montaña más alta de África, a una distancia de 136 kilómetros.