La flexibilización de la cuarentena: el Gobierno analiza qué actividades se empiezan a poner en marcha

Alberto Fernández se reunirá hoy con Axel Kicillof y Ginés González García. También hablará con otros mandatarios provinciales para luego dar respuesta a los pedidos que ya le formularon a Santiago Cafiero.

La zafra, el trabajo en el tabaco y la yerba mate, el reinicio en las obras de construcción privadas, el pequeño comercio en pequeñas localidades. Estos son los principales pedidos de los gobernadores para que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dé la autorización y se pongan en marcha a partir del lunes próximo. Cafiero se encontrará hoy con el gobernador Axel Kicillof para precisar las ideas respecto de la provincia de Buenos Aires y luego se concretará una cumbre en Olivos, con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Salud, Ginés González García. Al finalizar esa reunión, habrá diálogos por Skype con cada uno de los gobernadores y es muy posible que a la noche haya un comunicado o un informe sobre las actividades que arrancan el lunes. Ya es público que será más amplia la actividad bancaria y que se reabren los lugares de pago no bancarios , Rapipago o Pagofácil, por ejemplo.

Una cuarentena administrada

Los gobernadores se animaron a poco en sus pedidos porque todos quieren preservar sus números bajos de contagios y, sobre todo, de fallecidos. Pero, en ese marco, la idea es que haya reinicios, fundamentalmente en actividades que no signifiquen gran recarga en el transporte. Por supuesto que los puntos críticos están en grandes ciudades, en especial la zona metropolitana, el Gran Córdoba, el Gran Santa Fe y el Gran Tucumán, pero en ningún lugar del país puede haber colectivos con gente sentada y parada, sin mantener la distancia.

En la cumbre de Olivos seguramente se va a definir qué significa la pequeña obra de construcción privada: a cuántos trabajadores implica, en qué horario se hará para que no se vuelquen más pasajeros en la hora pico, cómo será el protocolo para que no estén demasiado juntos. La cuestión del protocolo también es fundamental para otros trabajos que no recargarían el transporte: el azúcar, el tabaco, la yerba mate. Los gobernadores ya tienen textos en los que figuran cómo se van a transportar los trabajadores, dónde se van a cambiar, a alojar, a comer, los controles que se les harán.

En la provincia de Buenos Aires hay, como en muchos distritos, localidades que no tienen contagiados. En el encuentro entre Kicillof y Cafiero se definirían actividades a poner en marcha en esos lugares: en Alemania, por ejemplo, se dispuso que no pueden reabrir negocios con más de cierta cantidad de metros cuadrados; en Noruega vuelven los jardines de infantes; en otros lugares se permiten reaperturas, pero siempre que el empleado no use transporte público.

Lo que más demandan los ciudadanos –según la encuesta de la Universidad de La Matanza que publicó este diario– es que reabra el comercio chico, que vuelvan a trabajar los odontólogos y las peluquerías.

La decisión final estará en la cumbre de Olivos y luego se concretarán los diálogos con los gobernadores para ajustar los detalles. «No queremos que los mandatarios provinciales se enteren de lo que aceptamos y lo que no aceptamos a través de los medios. Lo vamos a hablar con cada uno de ellos», dijeron desde la Casa Rosada.

Finalmente, es muy posible que esta noche o mañana a la mañana haya un comunicado explicando lo que se pone en marcha a partir del lunes. Pero en el Poder Ejecutivo están convencidos de que la clave está en la responsabilidad casi individual: mantener la distancia, usar barbijo, medidas de higiene como hasta ahora.

Hay países que vuelven a algún nivel de actividad y existe una batalla entre capataces y operarios; los trabajadores resistiendo frente a exigencias poco seguras. «Supongamos que autorizamos a una Pyme a que vuelva a trabajar. No tenemos ninguna chance de controlar lo que pasa ahí adentro. Por eso, lo decisivo es la responsabilidad. Y hasta ahora ha sido muy buena la respuesta», concluyeron en la Rosada.