Crisis en Chile: Piñera descartó renunciar

El presidente chileno brindó la primera entrevista desde el inicio de las protestas a la BBC. Allí admitió que Chile «todavía es un país demasiado desigual” y aseguró que cumplirá su mandato.

En la cuarta semanas de protestas contra el gobierno de Chile, en el marco de la crisis política y social más profunda desde el regreso de la democracia, el presidente Sebastián Piñera reiteró que no cederá al pedido de renuncia que mantienen los manifestantes. En su lugar, dijo, estará dispuesto a negociar “todo”, incluida una posible reforma a la Constitución.

«Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución», aseguró Piñera en una entrevista a la cadena británica BBC. Esta es la primera entrevista que brinda desde el inicio de la crisis, en la que abordó el polémico accionar de Carabineros y las Fuerzas Armadas, y prometió justicia por los derechos humanos «que se hayan vulnerado».

«Voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con quienes me eligieron y con todos los chilenos», dijo desde La Moneda. A pocas cuadras de ahí, los manifestantes protagonizaban el llamado «súperlunes» de protestas que, como en las oportunidades anteriores, fue violentamente reprimido.

El mandatario agregó que si quieren hacer contra él una acusación constitucional -como impulsan legisladores opositores y manifestantes- «están en su derecho», pero aseguró que esas acusaciones no van a prosperar, «porque la solución en democracia es respetar a las reglas de la democracia».

Piñera, que defiende su decisión de haber decretado el estado de emergencia y haber sacado a los militares a la calle, se refirió también a las denuncias de uso excesivo de la fuerza durante la represión.

«Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional. No habrá impunidadNi con las personas que prendieron fuego los supermercados y a la mayoría de nuestras estaciones de metro, ni con aquellas que eventualmente cometieron un exceso de uso de la fuerza», prometió.

Piñera admitió que Chile «todavía es un país demasiado desigual” y que la gente «tiene la percepción, y con mucha razón, de que hay demasiados abusos».

Los niveles de desigualdad en Chile son una de las principales quejas de los manifestantes. Sobre esto Piñera dijo que el país «está en promedio en términos de desigualdad en América Latina. Por supuesto, sigue siendo un país muy desigual y es por eso que estamos luchando para vencer la pobreza y reducir la desigualdad, pero no es el país más desigual de América Latina».

«He escuchado la voz del pueblo chileno», insistió el mandatario y por eso -aseguró- elaboró «en cuatro días una agenda social muy poderosa y fuerte que deberá contar con gran cantidad de recursos para acelerar el proceso de mejoras».

«Después de restaurar el orden público y poner en marcha la agenda social, no termina el debate y vendrá una segunda etapa en que estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la constitución«, puntualizó el jefe de Estado, aunque remarcó que estos cambio necesitarán un acuerdo en el Congreso.

Por último, consultado si se arrepiente de la forma en que ha manejado la crisis, dijo: «Después de resolver este problema, tendremos todo el tiempo del mundo para ver qué podríamos haber hecho mejor».