La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires refleja con claridad la fuerte polarización que caracterizó a las elecciones nacionales, con un Senado donde no habría legisladores que no pertenezcan al Frente de Todos o a Juntos por el Cambio y una Cámara Baja donde el peronismo unificado tendrá 46 legisladores sobre 92 bancas y los cambiemitas tendrán 44 representantes. El gobernador electo Axel Kicillof deberá llevar adelante con un Parlamento dirigido por la oposición.
En Diputados, el Frente de Todos tendrá 46 bancas divididas en por lo menos bloques: Unidad Ciudadana, Frente Renovador, PJ Unidad y Renovación (intendentes). El Movimiento Evita y el Frente Amplio Justicialista, que contaban con 1 y 4 representantes respectivamente, perdieron representación legislativa en estas elecciones.
En el Senado, Juntos por el Cambio tendrá mayoría absoluta, con 26 senadores sobre las 46 bancas disponibles. En la nueva composición de la Cámara Alta no habrá senadores que no sean de alguna de las dos grandes fuerzas parlamentarias de la provincial. El desafío para el peronismo será conformar un bloque unificado con los 20 senadores restantes, lo que dependerá de cómo se muevan Kicillof y, en particular, de su relación con su vice Verónica Magario, considerando que a nivel provincia la figura del vice tiene un peso muy fuerte en el Senado.
Fuente: Informe Político