#Video Elizabeth Rodríguez: «Nunca bajé los brazos y dejar de creer que iba a tener a mis hijos, tuve mucha fe siempre»

#UnaHistoriaDeAmor – Pablo y Ely

Entrevista Caro Gasparini Gaceta VeinticuatroTvProducción Juan Rizzoglio

Publicado por Veinticuatro TV en Martes, 27 de noviembre de 2018

Elizabeth Rodríguez tiene 43 años, chivilcoyana, peluquera, casada con Pablo Mondello de 36 años. A la pareja les tocó vivir la batalla más dura que quizás deban afrontar en su vida.

Por causa de una endometriosis que le detectaron a Elizabeth a los 27 años, el deseo de tener un hijo y formar una familia se vio obligado a ser únicamente por un tratamiento de alta complejidad.

«Fue un camino bastante largo, nos llevó once años. Yo sabía que iba a tener que realizar un tratamiento y después de muchos inconvenientes, logramos por medio de la Ley, acceder a una prepaga que me cubría el tratamiento de alta complejidad y así tener la posibilidad de ser papas», narró Elizabeth. Y continuó: «Me apuraba la edad y sabía que era la última oportunidad que tenía».

Pero las adversidades no terminaban para la pareja. «Fue algo que como mamá nunca lo había pensado. Aunque sabía que tenía un embarazo de alto riesgo, también por ser gemelar, nunca imaginé que iban a nacer en la semana 26 de gestación», manifestó Elizabeth Rodríguez.

La prematuridad de sus hijos gemelos desencadenó para la pareja un cambio rotundo en sus vidas. Meses viviendo en otra ciudad, mudanza, idas y venidas del Hospital, donde noches enteras debieron dejar a sus hijos internados y al cuidado de profesionales.

«Un 2 de abril me descompuse con mucha presión, me controlaron, me llevaron a terapia y ahí decidieron que ellos tenían que nacer porque corríamos riesgo de vida los tres. Lo que me quedó grabado fue lo que el médico me dijo «tenemos que salvar a Lucio que por ecografía pesaba 400 gramos». Lucio nació con 660 gramos y Giovana nació con 880 gramos. Ahí empezó una nueva lucha y todo dependía de que Dios nos ayudara a que ellos siguieran con nosotros», relató Rodríguez.

«Nunca bajé los brazos y dejar de creer que iba a tener a mis hijos, tuve mucha fe siempre. Siempre nos mantuvo nuestro amor, que nos daba fuerzas para seguir y volver a intentarlo. Sé que ellos nos eligieron y nos estaban esperando. Son dos milagros, dos regalos de dios», reafirmó.

Otra de las adversidades, fue la operación que debió afrontar Lucio, el gemelo más pequeño: «A los diez días a Lucio se le abrió una vena que conecta el corazón con el pulmón y le dieron medicación pero no quedó otra opción que operarlo. Fueron días muy duros, empezó de nuevo la agonía, nos dijeron que habían hecho todo lo que podían, le hicieron entre seis y ocho transfusiones. Fue una lucha de veinte días».

La pareja hoy está feliz con sus hijos en su casa, sanos, sin secuelas a pesar de todo lo transcurrido.

«Se hizo difícil pero contamos con la ayuda de la familia y amigos. Fue un camino largo el que nos tocó, pero siempre creyendo que íbamos a salir adelante. En casa es una tarea intensa, pero linda. Ahora los veo y me muero de felicidad, la situación que pasamos nos fortaleció mucho como familia», culminó Pablo Mondello.