El Congreso le puso medio freno al tarifazo


La oposición en Diputados consiguió la aprobación del proyecto que limita el aumento de las boletas de servicios


 

Con el fantasma del FMI que sobrevoló todo el debate, los diputados opositores dieron media sanción al proyecto que pone freno a los tarifazos de los servicios públicos esenciales.

Los 133 votos a favor reunieron a todo el arco opositor de la Cámara de Diputados aun con las disidencias sobre la iniciativa que declara la “emergencia tarifaria”, retrotrae las tarifas de luz, gas y agua a noviembre de 2017, propone estabilizarlas por un año y ata los futuros aumentos al índice de variación salarial para los hogares y al índice de precios mayoristas para pymes, cooperativas y empresas recuperadas.

Del otro lado solo quedó el oficialismo con 94 votos en contra, que asumió la derrota con el horizonte del veto presidencial y criticó el proyecto, al que calificó de “irresponsable” y demagógico”.

Proyecto

La oposición dejó de lado varios capítulos del texto original. Como la reducción del IVA en las facturas de los servicios (del 21 por ciento al 10,5) para aplacar el reclamo de los gobernadores por los ingresos que dejarían de percibir sus provincias con la rebaja del impuesto coparticipable.

El recorte tarifario no alcanzará a los sectores más altos, ya que los límites se establecieron de acuerdo a los consumos de los servicios. Mientras que se amplió el alcance de la tarifa social más allá de los beneficiarios de planes sociales, y que alcanzará -por ejemplo- a los clubes de barrios. Al cierre de esta edición se discutía artículo por artículo.

Desde el oficialismo, volvieron a hacer eje en el “costo fiscal” de la iniciativa opositora. Se apoyaron en un informe que Cambiemos solicitó a la Oficina de Presupuesto del Congreso, que todavía no tiene acceso a sistemas informáticos, no tiene personal técnico contratado y ni siquiera oficina. Allí se estableció que el costo fiscal alcanzaría 80 mil millones de pesos.

Una cifra que los diputados que redactaron el proyecto desmintieron. Los opositores estimaron que con los cambios producidos en el proyecto el costo fiscal rodaría los 25 mil millones de pesos. “Nadie en Cambiemos habla del costo fiscal que significa la ley de Financiamiento Productivo y lo que dejaría de recaudar la AFIP con la aprobación del acuerdo con Brasil para eliminar la doble imposición sobre rentas”, argumentaron.

De convertirse en ley el proyecto votado anoche, sólo alcanzará a las empresas de servicios concesionadas por el gobierno nacional (sólo el gas abarca todo el país), por lo que las provincias podrían adherir a la emergencia nacional para adecuarla a las empresas que brindan los servicios en cada una de ellas.

Debate

Los cierres de los jefes de cada bloque sintetizaron el largo debate. Felipe Solá abrió el fuego en nombre del massismo y retrucó las acusaciones de Cambiemos. “La crisis llevó a la pérdida de soberanía en manos de la policía económica que es el FMI. Si esto no es irresponsabilidad que es lo que ha ocurrido. La gente no soporta este nivel de tarifas. Fueron ustedes, no nosotros, los que saquean el bolsillo de la gente”, respondió, y agregó: “La esencia de la demagogia es la mentira”.

Pablo Kosiner, de Argentina Federal, también se defendió de los ataques oficialistas. “Rompimos la grieta en la Argentina, que es discutir agenda y política sin desacreditar al que piensa distinto con descalificaciones para disimular sus propias falencias”, sostuvo.

El representante del peronista “dialoguista” recordó su acompañamiento a proyectos del macrismo, incluido el blanqueo “pero no para que blanqueen los familiares” de los funcionarios. “Ni antes éramos los mejores ni ahora somos los peores porque no queremos un club del helicóptero”, sentenció. Kosiner también repasó cuando la UCR y el PRO dejaron sin presupuesto al kirchnerismo y decenas de proyectos de cuando eran oposición para modificar tarifas e impuestos.

“Este Gobierno tiene una cuota altísima de insensibilidad porque sus ministros no han pasado necesidades. La planilla excel de Aranguren no tiene la columna de la cuota de humanidad. No somos lobbystas de ninguna empresa, somos representantes del pueblo”, insistió Agustín Rossi por el FpV-PJ. “Qué hicieron en dos años y medio para tener que recurrir al FMI, a pedir el peor de los créditos con un nivel de condicionamiento enorme: bajar nivel de salarios y jubilaciones, flexibilización laboral, suba de tarifas. Siempre piden los mismo”, sentenció sobre el acuerdo con el FMI. “Lo mismo que el Gobierno: la mano dura contra los más débiles y la mano blanda para los poderosos”, agregó Rossi. “Parafraseando a un radical: el esfuerzo de los argentinos se va por la canaleta del pago de la deuda”, sintetizó para luego desafiar al oficialismo: “Díganme un solo país que haya pedido un crédito stand-by y fue exitoso”.

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