Tratarán once pliegos el miércoles 25, antes que Cambiemos sume poder en el Senado. Las otras negociaciones.
Los senadores peronistas apuran la cobertura de vacantes judiciales antes de la renovación del Congreso, que le permitirá a Cambiemos sumar presencia en el Senado y pelar más poder en el Consejo de la Magistratura.
Rodolfo Urtubey convocó para el miércoles 25 la comisión de Acuerdos para tratar pliegos de 8 jueces y tres de fiscales, con la expectativa de aprobarlo en la sesión más próxima.
Sólo quedarían pendientes dos polémicos candidatos a jueces federales: el correntino Gustavo Fresneda, candidato a cubrir el juzgado de Paso de Los libres y el mendocino Gustavo Fehlmann, acusado de abuso sexual.
Fresneda es una larga novela en el Senado: lo propuso Ricardo Colombi en tiempos del kirchnerismo, Cristina lo retiró enojada con el gobernador radical y el cambio de época no alcanzó para retomarlo.
El apuro de Urtubey y Miguel Pichetto tiene su lógica. En diciembre para imponer una mayoría simple deberán negociar con Cambiemos o entablar un pacto de convivencia con Cristina Kirchner y sus seguidores. Y no parecen interesados.
Además, Cambiemos podría presionar para sumar presencia en la Magistratura vía representantes judiciales o académicos y facilitar la llegada de pliegos más cercanos a la Casa Rosada.
Los ocho pliegos de jueces que se tratarán corresponden a la justicia de la Ciudad de Buenos Aires, 2 a la correccional y seis de la laboral.
Para el Ministerio Público se escucharán las audiencias de Héctor Heim, para fiscal adjunto de la procuración; Gerardo Balog, para defensor ante el juzgado 1 de General Pico; y Gustavo Fernández, para defensor ante los juzgados en lo criminal y correccional de la ciudad.
Pichetto se parara para otras negociaciones con Cambiemos y el resto de la oposición para cubrir la defensoría del pueblo de la Nación y la procuradoría penitenciaria, vacantes hace años.
Los candidatos al primer cargo podrán inscribirse hasta el jueves, pero el PJ apuesta por Humberto Roggero, ex jefe de los diputados menemistas en los 90. Sólo lo resignarían si consiguen cubrir la procuraduría penitenciaria con alguien afín y Mauricio Macri les libera algunas direcciones del Banco Central.
Ningún miembro del directorio de la entidad tiene pliego aprobado en el Senado, porque el PJ quería al menos proponer alguno de ellos. Nunca se lo permitieron y los directores ejercen en comisión.