Los pueblos originarios amenazan con acampes si el Congreso no les otorga tierras


Si antes de noviembre no sale la ley, podrían desalojarlos. El problema con el fracking petrolero.


«Viajé tres días y le prometí a mis hijos que no me voy a volver si no tengo garantizada mis tierras», gritó un representante de la comunidad guaraní de Salta en el salón Illía del Senado, poco antes de finalizar una jornada para pedir que esa Cámara trate la prórroga de la ley de emergencia a los pueblos originarios.

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Hoy estuvimos con representantes de la comunidad mapuche y el Consejo Indígena bonaerense, trabajando para atender una demanda histórica.

Jorge Nahuel, de la comunidad mapuche, en el ojo de la tormenta tras la desaparición de Santiago Maldonado, explicó que «el territorio comunitario tiene instituciones que lo gobiernan y lo administran y es el equivalente a la propiedad privada».

«Por lo tanto, que no pueda ingresar nadie no es un capricho nuestro, sino que está dentro de un marco jurídico», aclaró.

El Senado se convirtió en una pasarela de pueblos originarios, muchos arribados tras largos viajes y dispuestos a quedarse el tiempo que sea.

«La mira está puesta en las tierras de Benneton en el sur pero la pelea va por otro lado. En (el yacimiento de shale oil) Vaca Muerta hay luchas cotidianas por la extracción de agua necesaria para el (método de extracción) fracking», contó a LPO uno de los organizadores de la protesta.

En esa sintonía habló Francisco Nazar, vicario de pueblos originarios de Formosa. «Los pueblos originarios no entienden de extensión de la frontera agrícola y de extractivismo. Y le están usurpando sus tierras», denunció.

Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas fueron las estrellas de la jornada y denunciaron, sin vueltas, una «represión sistemática» para «desconocer a los pueblos indígenas».

«Hay una persecución que daña y nos preocupa. Hay que seguir insistiendo para que aparezca con vida Santiago Maldonado. Es un hijo más nuestro y no podemos concebir que el Estado desvíe el camino de la investigación», agregó Nora Cortiñas y terminó al grito «30 mil desaparecidos, ahora y siempre».

Logró que se levantara a aplaudir el senador peronista Juan Manuel Abal Medina. «Hay que pasar a los hechos concretos y que se haga efectivo este derecho para todos los pueblos indígenas», había dicho un rato antes.

Tendrá problemas en su bloque porque muchos, Pichetto incluido (ver recuadro), no están convencidos de empoderar a los pueblos originarios en medio de la lucha mapuche con el Gobierno.

La presión también llegó a Diputados, donde pueblos originarios de decenas de comunidades fueron recibidos por Juan Brügge, aliado massita de la Democracia Cristiana.

Estuvieron referentes de las comunidades kolla, mapuche, diaguitas, tobas, aymara y wichi, todas decididas a pelear por sus tierras «por vías pacíficas» y buscando la «unidad de los argentinos». Pero antes quieren la garantía de no ser desalojados.