Es Hernán Iglesias Illa, que trabaja con Quintana. «Tal vez le pegaron sin saber que lo estaban hiriendo».
El coordinador de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, Hernán Iglesias Illa, sostuvo que tal vez «algún» gendarme asesinó a Santiago Maldonado durante la protesta mapuche en Chubut, contradiciendo de manera frontal la hipótesis de la ministra Patricia Bullrich, quien llegó a amenazar al presidente Macri con renunciar si se insistía en sospechar de la fuerza.
«Lo que más probablemente haya pasado, o lo peor que podría haber pasado es que algún gendarme suelto le haya, no sé, pegado a Santiago Maldonado, sin saber que lo estaba hiriendo gravemente, eso tampoco me parece que podría ser parte de un plan del Gobierno, eso a mí me pareció una exageración», afirmó Illa, un periodista y escritor que se sumó al equipo de la campaña presidencial de Macri que lideró Marcos Peña y luego terminó como secretario de Estado bajo las ordenes directas del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.
No está claro si en su afirmación sobre que «probablemente» a Maldonado lo mató un gendarme, Illa maneja información reservada o simplemente habla de manera despreocupada. Sí sorprende que con la misma liviandad con la que el Gobierno hasta hace menos de una semana negaba de manera tajante que hubiera gendarmes involucrados en la desaparición de Maldonado, ahora se los acuse.
Lo que mas probablemente haya pasado, o lo peor que podría haber pasado es que algún gendarme suelto le haya, no sé, pegado a Santiago Maldonado, sin saber que lo estaba hiriendo gravemente», afirmó Iglesias Illa.
Además, Illa pareció deslizar en la nota que dio este sábado a FM La Patriada, que el Gobierno tendría información de que el joven artesano está muerto, una hipótesis que la justicia aún no confirmó, por la sencilla razón que sigue desaparecido.
Luego para aportar a las contradicciones internas, Illa ensayó una sinuosa defensa de la ministra de Seguridad.
Lo curioso es que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en sus recientes informes ante diputados y senadores defendió a la Gendarmería, aunque dejó abierta la posibilidad de revisar esa convicción si aparecen pruebas que compliquen a la fuerza .
«Entiendo lo que dice Patricia de que a unos tipos a los que le estas pidiendo que pongan el cuerpo contra el narcotráfico, que están entrando y quedándose en barrios muy peligrosos, es muy difícil pedirles después que sigan haciéndolo o sigan haciéndolo bien, cuando a la primera de cambio y, por cuestiones políticas, porque está en la tapa de los diarios, vos removes a un comandante o a un Jefe de ellos porque te lo está pidiendo la política y, en realidad vos estas convencido de que no hicieron nada», analizó.
Luego ensayó una teorización sobre la dificultad para encontrar un «equilibrio» en la conducción de las fuerzas de seguridad. «la educación en Democracia que empezó en el gobierno anterior con respeto a las Fuerzas de Seguridad» y sostuvo que «es algo que tiene que continuar, pero también hay cuestiones operativas que está al borde de la tragedia. Por algo son las Fuerzas de Seguridad. Es una mezcla de autonomía y liderazgo político que siempre en la Argentina fue bastante inestable y sería bueno lograr estabilizar».
«Lo de desaparecido (por Maldonado), honestamente, me parece que se saltó demasiado rápido en la oposición al hablar de desaparición forzosa cuando todavía no sabíamos casi nada del tema», agregó.
«Me parece que todas las reverberaciones que hubo sobre la Dictadura y, sobre los tiempos más oscuros de nuestra historia, en este último mes, me parecen un poco decepcionantes, porque no había información necesaria para hacer eso», concluyó el autor del librio Cambiamos, una suerte de apología de la campaña macrista.