Advierten que la inflación núcleo lleva 9 meses sin responder a la política del Banco Central


Un análisis sobre los límites de la política de suba de tasas que aplica Sturzenegger.


El Indec esta semana dio una nueva «sorpresa inflacionaria» que dejó al Banco Central lejos de su meta anual. Con 2,6% de inflación en abril, economistas de varias vertientes advirtieron, primero que el 17% anual es imposible y, segundo, que la política de metas de inflación no está funcionando.

Curiosamente, el ex ministro Cavallo aseguró esta semana que la reducción de la inflación obedeció al atraso cambiario y no a la política de tasa de interés con la que el Banco Central apunta a desinflar la economía. Con esta declaración sugirió que los $900.000 millones de Lebacs al 25% anual que tomó de deuda cuasifiscal Federico Sturzenegger no cumplen ninguna utilidad. Y que, de haberse abierto las importaciones, la baja de la inflación sería notoria (y con menos atraso cambiario).

Desde otro lado, también advierten que en un país en el que la relación entre crédito y producto interno bruto (PIB) ronda el 16%, subir la tasa de interés no solo tiene un efecto marginal sobre los precios, sino que además implica desconocer las causas estructurales de la inflación.

Los especialistas señalan que en un país en el que el crédito apenas alcanza el 16% del PBI, subir la tasa de interés sólo tiene un efecto marginal sobre los precios y no apunta a las causas estructurales de la inflación.

En este debate hay un dato clave: la inflación núcleo -la que mide el comportamiento del 70% de la economía- lleva 9 meses sin inmutarse por lo que haga el Banco Central. Y a esta hay que sumarle la evolución de los precios regulados -esencialmente las tarifas- que vienen subiendo porque el Gobierno necesita dejar de subsidiar la luz, el agua, el transporte y el gas para reducir el déficit fiscal.


Los especialistas señalan que en un país en el que el crédito apenas alcanza el 16% del PBI, subir la tasa de interés sólo tiene un efecto marginal sobre los precios y no apunta a las causas estructurales de la inflación.


Así, si la parte de los precios regulados depende más de Aranguren que de Sturzenegger y el resto de los precios de la economía se mueve con plena independencia de la tasa de interés que resuelva el Banco Central: ¿De qué sirven las metas de inflación?

«Si la tasa de interés fuera más baja, tendrías más inflación porque se deslizaría más el tipo de cambio. Y si bien coincido con que la tasa de política monetaria no impacta en la inflación hoy, la sorpresa inflacionaria de febrero, marzo y abril no se vio reflejada en una suba de las expectativas de inflación. La suba de la tasa de referencia es un garrote para las expectativas, pero no para la inflación hoy», resumió Eric Ritondale, economista de Econviews.

Consultado por LPO, el economista -que lleva meses advirtiendo sobre la rigidez a la baja de la inflación núcleo y otro tanto señalando que la meta del 17% peca de exceso de ambición- explicó que «para la gente la inflación está en el mismo nivel que hace dos años, pero antes tenía otra composición. Se la controlaba con atraso cambiario y atraso tarifario. Esta combinación es de corta vida porque tarde o temprano se venía una devaluación o una corrección de los precios. Pero a la gente no le importa si lo que suben son los regulados o la núcleo, a la gente le importa la inflación y cómo  le  pega  en  el  bolsillo».

Leé  más en : La Política Online SA 2017

 

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