¡Adonde vayan los iremos a buscar!

Opinión

Escribe Ricardo Fierro


El fallo de la Corte Suprema que beneficia a los genocidas con el 2×1 es un paso más en un camino represivo que atenta contra las libertades democráticas de los trabajadores y el pueblo. El ajuste y la entrega de Macri no cierran sin represión. Hay que pararlos con la movilización popular


1. “No llego a fin de mes”

El gobierno está a la ofensiva con su campaña electoral. Macri y Vidal son los protagonistas de esa campaña. El fin de semana pasado, el gabinete nacional y 500 funcionarios bonaerenses fueron a actos y timbreos. Macri ya lanzó su candidatura para la reelección en el 2019. En cada lugar, el presidente, la gobernadora y sus candidatos, sonríen para la foto y la TV. Centran en el Conurbano Bonaerense, y tienen la ambición de ganar Santa Fe para dar la imagen de su triunfo en agosto y octubre. Pero sin descuidar la pelea en ninguna provincia ni en la Capital Federal.  Los plazos se acortan. En junio, el 14 cierran las alianzas y el 24 las listas de candidatos.  Es feroz la presión del gobierno y las clases dominantes para  ocultar el marzo caliente y el paro nacional,  en nombre de  la gobernabilidad.  Como si los millones que se volcaron a las calles y pararon la producción no existieron. Solo existieron los movilizados el 1° de abril.

Hoy la frase más escuchada es: No llego a fin de mes. El gobierno fracasó en sacar la economía a flote. Una razón clave de ese fracaso fue que las luchas frenaron el ajuste que cargaba sobre los de abajo la salida de la crisis. Por eso Macri se ve obligado a volver a polarizar con Cristina y repetir el cuento de que, si gana, después de las elecciones vienen las buenas. Pero es al revés, Macri necesita ganar las elecciones para ir a fondo con su plan.

Viajes a Estados Unidos, China y Japón, vienen jefes de Estado de Italia y Alemania, y acuerdos con Inglaterra: vender la soberanía es la otra clave del plan Macri.  Un plan que  no cierra sin represión.

2. Quieren aplastar al movimiento obrero

Macri compró a un sector del peronismo sindical, como se vio en el acto del Momo Venegas y “las 62 organizaciones”. Usa los fondos de las obras sociales: el Uatre del Momo fue uno de los que más recibió; y Comercio, UPCN y Construcción recibieron el 22% de los fondos de prestaciones especiales, y poco a nada a otros gremios. Está en marcha paralizar y dividir a la CGTConfronta con los gremios en lucha, como los docentes, que siguen la pelea. Y quiere dividir la unidad de acción de ocupados, desocupados y precarizados, y jubilados, para golpearlos por separado.  Macri quiere “domar” al movimiento obrero para  acabar con los convenios colectivos por rama y rebajar los salarios.  Lo está haciendo en gremios de petroleros, mecánicos, construcción, etc. Quiere paralizarlo, que no haya  plan de lucha, ni un nuevo paro nacional. Trabaja para sacar de las calles a los desocupados y precarizados que le impusieron la emergencia social, y a los mayores que reclaman por sus jubilaciones de hambre.

3. Quieren paralizar a los movimientos populares

La rebeldía del campesinado y los originarios de las economías regionales, su Marcha Federal y sus jornadas, golpea otra viga maestra del plan de Macri: concentrar y extranjerizar la tierra. Para Macri, la tierra es para los agronegocios, la megaminería saqueadora y contaminante y los emprendimientos para turismo extranjero.  Para esos negociados con la tierra, avanzan en un nuevo genocidio, expulsan a obreros rurales de los cultivos regionales, y a campesinos y originarios de sus tierras como están haciendo con diaguitas en Tucumán, wichis en Salta y mapuches en la Patagonia, entre otros. Y los empujan a las villas de las ciudades para los peores trabajos.

La droga, la trata y la prostitución, son los negocios más rentables. Este es un gobierno de empresarios, y Macri es un empresario que hizo enormes negocios con la dictadura. Ahora puso de jefe de la Bonaerense a un hombre de la DEA (la agencia que abastece de droga a 40 millones de consumidores yanquis y garantiza que los dólares de la droga vayan a sus bancos). Y el jefe de la Policía porteña manejaba las coimas de los negocios sucios. No se puede combatir a la droga negociando con la droga.

Asesinan un cura en Tucumán, permiten que le hagan de todo a un fiscal que actuó contra una cadena de prostíbulos, y está investigando la cadena de las coimas que recibía la Bonaerense de las mafias: tratan de asustar al que se juegue contra las mafias. No hay presupuesto para tomar medidas de fondo en la prevención de la violencia contra las mujeres y de la droga en la juventud.

Todo esto pasa porque el Estado es parte de ese negocio y no de la solución de esas lacras. Por eso quieren silenciar a ese masivo movimiento de mujeres que asombra al mundo. Y quieren impedir que crezca el movimiento juvenil contra la droga y la rebeldía de los jóvenes por un futuro digno. Intentan hacer, con estos movimientos, lo que intentó Cristina con Hebe de Bonafini: coparlos para vaciarlos de contenido.

4. Pelear el voto: para la lucha y la Patria Nueva

Macri viene por todo. Para imponer su plan reaccionario, necesita un triunfo electoral y parar el auge de luchas que enfrenta su política.  En política, Macri necesita aplastar a las fuerzas combativas de la izquierda popular, democrática, antiimperialista y progresista que encabeza la lucha en las calles. Y polariza con Cristina para domesticar una parte del peronismo y dividir al resto. Lo intentó Frondizi, su ídolo: golpista contra Perón en 1955, llegó al gobierno con los votos peronistas, y terminó vendiendo el país, encarcelando y militarizando a los gremios y proscribiendo la constitución.

El Congreso del PTP mostró que la izquierda popular, democrática, progresista y antiimperialista tiene condiciones para irrumpir en las elecciones con fuerza. También lo demostró el lanzamiento, en Santa Fe, de la candidatura a diputado nacional de Carlos del Frade, por el Frente Social y Popular. Se avanza hacia un frente en Buenos Aires, y se acordó en el Chaco un frente del PTP, PS y Libres del Sur. Avanza la negociación en Capital Federal y más provincias.  Nada será fácil en ningún lado. Frente a las campañas multimillonarias, las fuerzas populares tienen la fuerza de miles de luchadores que quieren su herramienta política, denunciando los planes macristas, y discutiendo y ganando cada voto.  Para que sea un voto con futuro.  Un voto para  fortalecer la unidad para la lucha  contra los planes de ajuste, entrega y represión de Macri,  con un plan de lucha hacia un nuevo paro nacional y multisectorial . Un voto para acumular fuerzas y  conquistar un gobierno del pueblo que garantice trabajo, tierra, techo y soberanía: la Patria Nueva.

 

El arma represiva del plan Macri

El plan de ajuste y entrega de Macri no cierra sin represión.

Macri negocia en el Congreso la penalización con cárcel de los piquetes. Y oculta que negoció, con la Corte Suprema, el fallo a favor de los genocidas de la dictadura, el 2 por 1: cada día presos antes de ser condenados se descuentan 2 de la condena. Tres jueces impusieron ese fallo: Rosatti y Rosenkrantz que ingresaron a la Corte de la mano de Macri, y Highton de Nolasco que rechazó su retiro a la edad que establece la Constitución, y Macri no apeló esa decisión. A Macri el tiro le salió por la culata; ahora busca zafar del repudio popular que prepara grandes movilizaciones esta semana.  Al 2 por 1 se suma el llamado a la reconciliación con los genocidas, propuesta por un sector de la iglesia argentina.

Macri tiene lista la modificación de la Ley de Defensa, para permitir que las Fuerzas Armadas sean usadas para reprimir al pueblo. Esto se une al acuerdo con la Guardia Nacional de Estados Unidos, fuerza que actúa en la represión interna y en las invasiones a otros países. Además, cambió un decreto de Alfonsín, vaciando las atribuciones del Ministerio de Defensa, dejando en manos de las jefaturas militares ascensos, traslados, designaciones y premios.

Macri hizo acuerdos con el sector militar liberal-fascista antes de llegar a la presidencia.  Ahora, con el 2 por 1, el recorte presupuestario y los cambios en la legislación, va por una “limpieza” de los sectores malvineros  nacionalistas que se oponen a que las Fuerzas Armadas sean fuerzas represivas.

Venden la soberanía nacional

Macri fue a Estados Unidos a entregar por unos pocos dólares el futuro energético nacional. Está en la Argentina el presidente de Italia, Macri viaja a Japón y China, y viene Merkel, la jefa del gobierno alemán. Las puertas están abiertas para que los imperialismos se adueñen de nuestras riquezas: el petróleo, la minería, la tierra, los negocios inmobiliarios, las obras públicas, abren las importaciones hasta de durmientes para los ferrocarriles. Están destruyendo lo que queda de industria nacional.  Hay un noviazgo del gobierno con el imperialismo colonialista inglés. Quieren sacar ese pedacito argentino que es el cementerio de nuestros héroes de la guerra nacional de Malvinas, ofrecen abastecer la base militar inglesa y compartir el robo de nuestro petróleo. Están llevando a fondo la liquidación de la defensa nacional. Y desfinancian las campañas antárticas mientras crece las acciones inglesas en el Sector Antártico Argentino.

Fuente: Semanario Hoy