El joven contactó a su exsuegra para llevar tranquilidad a la familia. Se investiga desde dónde hizo el llamado.
A Luciano Barbeito lo buscan desde el mismo día en que se perdió Araceli Fulles y recién durante el día ayer dio la primera señal cuando se comunicó por teléfono a la casa de su exsuegra para decir que «está lejos pero está bien».
Así lo reveló a Crónica Televisión el papá del joven que vive a 15 cuadras de la casa de Araceli y de quien tampoco se sabía nada desde el fin de semana del 1° de abril. «Todo es muy extraño, que la haya llamado a ella y no a nosotros. No debe haber querido hablar con nosotros porque tal vez no quería contar demasiado», especuló el hombre después del llamado que les trajo algo de alivio pero no dio demasiadas respuestas.
Barbeito aseguró que no hay ninguna relación entre su hijo y la joven de 22 años que también está desaparecida, a quien sólo conocen de vista por ser vecinos del barrio, en el partido de San Martín. «Nos brindaron todo su apoyo porque en el momento que nos pasó esto, lo de Araceli estaba en pleno auge y para que nos puedan asesorar un poco. Es una familia maravillosa, pero no hay vinculación entre los dos casos», sostuvo.