Macri: Crisis por el freno a la importación de limones

Con la suspensión de la importación de los limones, Donald Trump le demostró a Mauricio Macri que la relación entre ambos no será nada fácil. El Gobierno volvió a dejar en evidencia que no tiene un contacto político de peso con el republicano, que además quedó indignado con el Presidente argentino tras el llamado telefónico que mantuvieron en noviembre pasado.

Aunque no está claro que la medida que frenó la importación de limones sea una represalia directa de Trump contra Macri o un paso formal dentro de la revisión que ordenó el nuevo presidente -lo cual se sabrá dentro de 60 días-, lo que es claro es que la relación es mala porque Washington no tuvo ningún gesto para controlar los daños de la decisión.

La crisis de los limones dejó en evidencia que los contactos entre los gobiernos de Trump y Macri no existen. Hasta ayer los funcionarios descartaban cualquier consecuencia directa en Argentina de las medidas proteccionistas del republicano. Lo hicieron el embajador Martín Lousteau y el ministro Ricardo Buryaile, que descartó que se caiga el acuerdo por los limones.

La frialdad de la relación quedó reflejada en la decisión de Macri de no enviar a ningún alto representante a la asunción de Trump. Se sabe que el protocolo de EEUU establece que no se invita a jefes de Estado para la jura, pero aun así muchos países envían alguna autoridad importante al acto e incluso algunos presidentes asisten.

Descartada la presencia de Macri, en la Rosada se especuló con la asistencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti. Pero eso no sucedió y Macri tampoco mandó a la canciller Malcorra -de viaje por Europa- ni al jefe de Gabinete, Marcos Peña, u otro ministro importante. La comitiva argentina se redujo al embajador Lousteau.

Acaso el Presidente evitó que resurja alguna tirantez con esos funcionarios, que apoyaron abiertamente a Hillary Clinton durante la campaña y daban por hecho su triunfo. El propio Macri lo hizo, en lo que fue el primer gran obstáculo para la relación con Trump.

Fue marcado el contraste con Sergio Massa, que viajó a la asunción junto a grupo de colaboradores invitado por Rudolph Giuliani, asesor de Trump en temas de inteligencia, cyber terrorismo y seguridad, y que estuvo a punto de quedarse con la Secretaría de Estado.