Apareció otro apuñalado en el barrio Las Acacias
La víctima apareció tirada en un zanjón a 400 metros de su domicilio. El autor del hecho sería el mismo sujeto que horas después hirió a tres hombres con un puñal antes de ser reducidos a golpes en el barrio Ameghino.
El viernes fueron cuatro los hombres que resultaron heridos de arma blanca.
A uno casi lo matan a golpes los vecinos y parientes de una familia cuyo tres de sus miembros fueron apuñalados por un sujeto en el barrio Ameghino. Este lunes se supo que minutos antes de esa misma tarde, el agresor habría atacado a otro hombre quien apareció tirado en un zanjón a cuatro cuadras de su casa pero en el barrio Las Acacias. La víctima presentaba dos puñaladas: una en el estomago y otra en un brazo.
Vecinos contaron que en una vivienda de calle Champagnat entre Larrea y 239 bis, se produjo un hecho violento en el cual terminó herido su morador: un sujeto con antecedentes penales llamado Mauricio Albornoz.
Albornoz apareció herido en la otra punta del barrio, cerca de San Roque y calle 235 bis al tiempo que los vecinos hicieron distintas conjeturas al reconocer quien era la víctima. La Policía llegó al lugar y en compañía de una persona que eligieron como testigos ingresaron a la vivienda de Albornoz, que aparentemente estaba toda revuelta.
Otro vecino contó que a la victima la habrían estado esperando dos hombres jóvenes esa tarde. En el barrio circularon distintas versiones que iban desde un típico robo, un ajuste de cuenta, una venganza por una mujer o un problema sentimental que enfureció al despechado.
Consultada la Policía sobre este episodio, indicó que el autor del ataque es Diego Armando Palacios, de 34 años, quien hizo un “raid de cortes” el viernes, causando posteriormente serias lesiones a dos hermanos y el padre de estos, de apellido Gallardo.
La ira de Palacios aparentemente sería por un “asunto de polleras” aunque las razones no están del todo claras. Presuntamente, el agresor fue hasta la vivienda de Albornoz en busca de su pareja Noelia Gallardo y, al no encontrarla, atacó al dueño de casa donde se produjo una lucha que con el saldo conocido.
Luego se trasladó al Ameghino donde finalmente ubicó a la mujer, la corrió con la intención de agredirla y hasta se metió en la casa donde estaban los hermanos y el padre causando un reguerón de sangre que a punto estuvo de convertirse en una masacre.
Pese a las heridas, la vida de Albornoz no corre riesgo ya que los cortes no fueron profundos ni afectaron órganos sensibles. El herido se mostró poco proclive a brindar datos de lo ocurrido. Al atar cabo, los investigadores relacionan lo acontecido en el Ameghino y en Las Acacias.
Fuente : El Civismo