La Paquita, el pueblo cordobés que busca médicos que quieran radicarse en la localidad
La carencia de profesionales existe en muchos de los pueblos del país y la región noreste de Córdoba no es una excepción. Por tanto, desde La Paquitas se pusieron como desafío atraer a trabajadores de la salud que estén dispuestos a radicarse en esa localidad. Una denuncia por supuesto ejercicio ilegal de la medicina por parte de una joven empaña por estas horas el proyecto local.
La carencia de profesionales de la salud es una histórica problemática en La Paquita, un pueblo de casi 900 habitantes de la región noreste de Córdoba, en el departamento San Justo, casi al límite con Santa Fe.
La localidad posee un dispensario municipal, donde se atienden casos que no requieran de hospitalización, se brindan primeros auxilios y se efectúan recetarios de medicamentos.
El doctor Roberto Foncea, a cargo del lugar, y trabajador en la salud pública desde hace 35 años, contó a La Voz de San Justo, las dificultades de practicar la medicina en este lugar y la necesidad de contar con profesionales que se radiquen en el pueblo y puedan garantizar atencion inmediata a la comunidad.
“Ya tengo intenciones de dejar paso a las nuevas generaciones. Ante la falta de médicos en nuestro pueblo, estamos buscando siempre quienes puedan continuar con la labor, radicándose en La Paquita”, expresó el profesional, sobre esta iniciativa respaldada por el intendente local, Rubén Para (Unión por Córdoba).
No obstante, una denuncia de concejales de la oposición advierte un supuesto ejercicio ilegal de la medicina en el dispensario por parte de una joven y empaña por estas horas esta apuesta local. Si bien la causa está bajo secreto de sumario, Foncea hizo algunas referencias al respecto.
En este sentido, comentó que “hace unos tres meses, logramos contactar a una joven profesional que se radicó en el pueblo y nos ayuda en las tareas del dispensario. Se trata de Cintia Lago, de 35 años, quien vino desde la localidad de Vera (Santa Fe), con la intención de desarrollarse a nivel profesional”.
“La joven pudo estudiar mediante una beca universitaria en Cuba y su perfil profesional nos pareció muy interesante para una comunidad pequeña y de sentido solidario y colaborativo como la nuestra”, continuó explicando el doctor y añadió: “no hay médicos que quieran radicarse en el pueblo, es muy difícil conseguir, por lo que nos pareció en este caso una excelente oportunidad para aprovechar e ir formando a Cintia para que el día de mañana pueda quedarse a cargo del dispensario”.
El titular del ente de salud pública local aclaró que la joven solo “colabora” con la tarea y no firma ni sella órdenes o facturaciones. Ante la ausencia de Foncea, una doctora de la localidad de Altos de Chipión, es la encargada de supervisarla.
En este contexto, Foncea desestimó el alcanse de la presentación judicial habría sido y lo redujo a “un tema político” y al “desconocimiento del manejo en dispensarios como este, donde todo el tiempo contamos con colaboradores, ya que el recurso humano es escaso”.
En este sentido, aclaró que “Cintia posee su título en trámite, que demanda de los plazos administrativos correspondientes en cada organismo provincial y nacional. De hecho, nos hemos comunicado con el Ministerio de Educación nacional y el trámite de revalidación de su título profesional obtenido en Cuba ingresó en octubre del año pasado”.
“De los 35 años que tengo en este lugar, nunca tuvimos ningún tipo de inconvenientes, de hecho contamos en varias oportunidades con pasantes de enfermería y otras especialidades, bajo esta metodología”, concluyó el profesional, mientras aguarda en lo próximo poder cumplir el desafío atraer a trabajadores de la salud a la localidad
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