Trabajan, entre otros proyectos, en la instalación de sistemas de potabilización de agua
Estudiantes de la Escuela de Educación Técnica de Coronel Dorrego, una localidad ubicada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, atravesaron más de 1.500 kilómetros hasta la provincia del Chaco para poner en práctica lo aprendido y dar ejemplo de solidaridad. Por estos días trabajan en la reparación de una pequeña escuela rural, entregan donaciones y establecen lazos de amistad con sus pares chaqueños.
El proyecto de apadrinar la escuela rural logró movilizar a los habitantes de la ciudad Coronel Dorrego y también de Monte Hermoso, de donde proviene la mayoría de los estudiantes. Empresas, comerciantes y vecinos se sumaron rápidamente a la cruzada solidaria de los adolescentes, quienes juntaron todo tipo de donaciones: desde agua envasada y comida hasta materiales de construcción.
Con todo lo reunido, partieron el domingo pasado a la noche desde su ciudad y llegaron 24 horas después al Paraje El Naranjito, a 60 kilómetros de Resistencia donde se encuentra emplazada la Escuela Primaria N° 272 Teodoro Fels.
La comitiva está formada por alumnos de 6° y 7° año de las especialidades de Maestro Mayor de Obra y Electrónica, quienes pondrán en práctica lo aprendido. De esta manera, reparan pisos, revoques, los baños y renovar las instalaciones eléctricas del edificio donde estudian 53 niños de bajos recursos, entre jardín de infantes y escuela primaria.
La institución está ubicada en zona de inundación, y con las últimas lluvias que sufrieron en febrero de este año, perdieron muchos recursos.
Debido a que en el lugar consumen agua de pozo, los alumnos y docentes de la escuela técnica instalan sistemas de potabilización que permitan a los niños el consumo de agua segura.
Por otra parte, colaboran en el desarrollo de un plan de evacuación que permita contrarrestar el drama de las inundaciones que afecta esa región del país.
Los alumnos de la escuela técnica se encuentran acompañados por el director Cristian Nielsen, la inspectora de Educación Física María Eugenia Lavie, y los profesores Miriam Pérez, Agustín Molina y José Barrios con quienes formaron cuadrillas para realizar en forma más efectiva el trabajo.
Según contó la vicedirectora de la escuela técnica Silvina Mateos, si bien es la primera vez que la escuela lleva adelante una acción de estas características, es habitual que desarrollen tareas que beneficien a la comunidad como la instalación eléctricas que realizan para las ferias de ciencia y la colocación de los primeros semáforos led que se conocieron en esa ciudad.
«Nosotros decimos que es una casa grande en donde hay una gran familia», contó la vicedirectora en relación a la escuela que cuenta con 45 años de historia y 288 alumnos.
Por su parte, la Jefa de Área de la Escuela Técnica, Marcela Loncón, resaltó que el proyecto surgió para que los alumnos puedan conocer las realidades de sus pares con necesidades muy distintas a las de ellos, que puedan valorar sus condiciones institucionales, y reconocer la importancia que le brindan los alumnos del interior el asistir a la Escuela todos los días sin pensar en las dificultades, distancias difíciles que deben atravesar para llegar».
Por esta razón, para los adolescentes no todo es trabajo ya que el principal objetivo es fortalecer los vínculos entre ambas comunidades y compartir valores. Por eso la docente Lavie organizó una serie de actividades recreativas que mantendrá a los dos grupos unidos.
El objetivo es continuar con la tarea de padrinazgo. Según prevén el año enviarán donaciones y en el 2018 volverá a viajar un nuevo grupo de alumnos.
La Plata, 17 de agosto de 2016.-