Elías Damián Pereyra: Un loco pero de los lindos

Un loco pero de los lindos

Elías Damián Pereyra: A sus 27 años, el ciclista dejó el mejor recuerdo en sus seres queridos, compañeros y rivales. Ganador de un sinfín de competencias, el ‘Chuky’ sorprendía con sus locuras

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Dueño de un gran talento arriba de su bici que lo llevó a ganar importantes competencias, Elías Pereyra tenía otro don que lo marcaba y era el de sus constantes locuras. Por eso, el lamentable episodio ocurrido ayer sacudió a todo el mundo ciclístico no sólo local, sino también nacional.

Nacido un 31 de mayo hace 27 años en Santa Rosa, La Pampa, ‘Chuky’ era el menor de tres hermanos y desde que arrancó en el ciclismo no paró de cosechar triunfos. Tenía potencial de sobra, por eso el Sindicato de Empleados Públicos lo sumó hace cinco años y nunca defraudó. Entre sus triunfos más importantes se destacan la Doble San Francisco-Miramar en el 2011, la Vuelta a General Alvear en Mendoza en el 2012, un año después se consagró en la etapa Argentina by Le Tour de France disputada en Mar del Plata, pero como nunca se puso un freno en el 2014 se hizo acreedor de la Vuelta al Valle en Río Negro y la clásica 1º de Mayo en Salta. En la retina de todos quedará su última victoria que fue ni más ni menos que en el Giro del Sol a comienzos de este año, ganándola de punta a punta y dándole al SEP otro logro más para sus colmadas vitrinas.

Pero como lo de él no era sólo ganar, también colaboraba para que los demás ganaran y en ese trabajo de ‘peón’, era el principal lanzador de su compañero y amigo Laureano Rosas. Con el capitán del SEP, ‘Chuky’ además de ser pieza clave en cada una de sus victorias, compartía más que una amistad. Era una hermandad. ‘Mi perro fiel’, escribió hace un tiempo Rosas en su Facebook personal acompañando la publicación con una foto de Pereyra a su rueda. Así, siempre juntos. Dentro del pelotón y en la vida personal, siendo Pereyra testigo del casamiento de Rosas hace casi un año. Si hasta en el Giro que ganó Pereyra, Rosas lo acompañó en auto pero ahora en rol de auxilio, como para devolverle tantas gentilezas. Ayer, casi como una ironía del destino, justamente cuando se celebraba el ‘Día del amigo’, a ambos la vida les jugó una mala pasada: Pereyra se la llevó peor y Laureano, atónito, vio cómo su mejor amigo perdía la vida.

En su plano personal, ‘Chuky’ hacía valer su apodo con cada una de sus locuras. Sus chistes eran moneda corriente dentro del grupo de los ‘Bichos Verdes’. Elías era quien manejaba la música en cada concentración. Desde la Mona Gimenez, hasta rock nacional pasando por la popular bachata, eran de la preferencia del ciclista.

El ciclismo ayer sufrió otro golpe. ‘Falleció en su salsa’, dirán las crónicas policiales. Lo cierto es que para sus seres más cercanos, se perderá la simpatía de quien seguramente ya debe estar pedaleando en algún pelotón celestial.

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