Ministerio de Desarrollo Social: Budines comidos por ratas para comedores sociales

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Dos mil kilos de leche en polvo y los quinientos budines que en el interior de sus envases presentaban las marcas de dientes y restos de orina de ratas

El municipio de Moreno decomisó la mercadería en mal estado que iba a ser destinada a

merenderos. Los envases del alimento tenían marcas de dientes y restos de orina de roedores. También había packs de leche manchados con excremento de paloma.

Escándalo en la localidad bonaerense de Moreno al descubrirse que la mercadería destinada desde la provincia de Buenos Aires para miles de niños que concurren a los merenderos sociales, se hallaba en mal estado. Mordidas y restos de roedores y de palomas se encontraron en la alimentación básica para satisfacer las primeras necesidades de pequeños de bajos recursos. Casualmente las cajas que contenían los restos de ratas y de aves estában ubicadas cuidadosamente en los containers a fin que no sean detectadas.

Estamos indignados»remarcó a Crónica Inés Iglesias, secretaria de desarrollo social de Moreno, en referencia a los dos mil kilos de leche en polvo y los quinientos budines que en el interior de sus envases presentaban las marcas de dientes y restos de orina de ratas, en tanto que desechos de palomas fueron encontrados en los productos lácteos.

Una cantidad exigua, que se postergó considerablemente en su entrega pero una vez acordada la misma, tiene lugar con tan aberrante irregularidad poniendo riesgo a miles de niños de dicha localidad. Puesto que la mercadería proveniente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires había sido designada a los 82 merenderos sociales, a cada uno asisten 120 niños de bajos recursos. Por si fuera poco, Iglesias agregó que “los budines estaban añejados por la falta de cuidado en su almacenamiento”.

Las causas de tan alarmante situación no han sido esclarecidas hasta el momento, algunos la vinculan con factores políticos, sin embargo poco debe importarles a aquellas criaturas que concurren con mucha ansiedad a establecimientos donde les brindan una copa de leche cerca de su casa, donde no recibe la alimentación necesaria por las condiciones pobreza que azotan a su familia.

Puesto que luego de cinco meses de no regularizarse la provisión de alimentos básicos, se les suministró una cantidad insuficiente para importante cantidad de recintos sociales y para colmo con excrementos y rastros de ratas y palomas, ubicados con sumo detalle dentro del cargamento, lejos de la vista para no ser advertidos. Poniendo en riesgo la vida de los niños, como lo confirmaron los estudios de bromatología realizados, para confirmar el deplorable estado de la leche y de los budines.

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