Día internacional contra el acoso en la escuela

Gracias, por favor y una sonrisa para la buena convivencia educativa

bandera  argentina

 

Usar palabra tales como: por favor, gracias y perdón; sonreír y pensar antes de actuar es la fórmula que pone en práctica la Escuela Secundaría 41 de la localidad platense de Abasto para mejorar la convivencia y evitar el hostigamiento.

 

El trabajo del establecimiento educativo, ubicado en el paraje La Rueda de Ruta 2 Km 52, tiene por objetivo mejorar los vínculos entre alumnos, docentes, directivos, auxiliares y la  familia y constituye uno de los ejemplos de este tipo de actividades que desarrollan las escuelas de la provincia de Bueno Aires.

 

El proyecto, que se realiza a lo largo de todo el ciclo lectivo, consiste en asignar una propuesta cada dos meses para que se trabaje desde todas las materias y ámbitos escolares. Así, durante marzo y abril, la tarea estuvo centrada en las palabras indispensables como los saludos, gracias, permiso y disculpas.

 

Ahora, comenzaron con el proyecto «sonrisa» para hacer más ameno el trato personal; le seguirá el «me gusta» que los chicos usan en la redes sociales pero que la escuela quiere ponerlo en palabras para que verbalicen aquellas situaciones que les gustan y las que no.

 

Durante el mes de septiembre proyectan trabajar con la consigna: «Pienso, luego…», a fin de tomar conciencia que algunas actitudes pueden herir al otro. Para octubre, prevén «Distintos e iguales», para reconocer y respetar las diferencias.

 

Según explicó la profesora de Lengua y literatura, Marilina Migliorelli, quien se encuentra a cargo del proyecto con el profesor de Filosofía Leonardo Molina, «la labor la desarrolla toda la escuela y logra rápidos cambios de hábitos».

 

Migliorelli resaltó que el diálogo y la contención caracterizan al establecimiento educativo al que concurren unos 160 alumnos.

 

Por su parte, la Escuela Técnica 3 de Los Hornos lleva a cabo talleres de vínculos saludables, en los que los alumnos pueden resolver problemas a través de la palabra, del respeto y con actitudes concretas, en el marco del acuerdo de convivencia que estableció la institución.

 

Fabiana Bazán, psicopedagoga e integrante del equipo que enfrenta la problemática del acoso escolar explicó que son diez talleres en los que trabajan para lograr «que puedan poner en palabras lo que los chicos sienten».

 

Jeremías es alumno del 7º año de la especialidad Electromecánica. Cuenta su experiencia: «Yo antes era problemático, algo que gracias al colegio y a mi familia pude cambiar. Ahora estoy en las reuniones por el acuerdo de convivencia tratando de ayudar a otros chicos y verdaderamente funciona. Hay muchos chicos que cambiaron».

 

Por su parte, Facundo, presidente del centro de estudiantes, explica que en reuniones entre directivos, el centro de estudiantes y el gabinete de orientación se discuten los casos de hostigamiento «en función de lo que hizo la persona, cómo agredió, cómo se puede tratar de remediar, por ejemplo haciendo labores colectivas en el colegio. Se trata de que conozcan la normativa y que vean que se conviven muchas horas dentro de la escuela, lo que no tiene que volverse problemático».

 

Asimismo, la Escuela Primaria 7 de Darregueira, en el partido de Puán, pone dos premisas frente al hostigamiento: «No callarse y contarlo».

 

La escuela hace énfasis en la guía de orientación suministrada a las escuelas por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia, para intervenir en situaciones conflictivas y de vulneración de derechos en el escenario escolar y, además, con tallares en los que se aborda la problemática puestas en marcha desde el establecimiento educativo.

 

Como parte de las actividades pedagógicas desarrollan dos talleres, uno articulado con la Comisaría de la Mujer, destinado a los chicos de  4º, 5º, y 6º año, del turno mañana y, otro,  «Cuidarte», en conjunto al municipio, que incluye acciones sobre esta problemática, e involucra a todos los chicos desde 1º a 6º año del turno tarde.

 

La directora de la Primaria 7, Lorena Schroeder, destaca que «el insulto, la falta de respeto y el menosprecio hacia el otro, son las formas comunes del hostigamiento escolar. Son agresiones que se visualizan cotidianamente en el facebook o que en las comunidad chicas como la nuestra, se conocen por el rumor».

 

«A este acoso entre pares es que queremos dar respuesta pero también prevenirlo –agrega la directora- y por eso impulsamos estos talleres, uno orientado a los chicos más grandes y dictado por una psicóloga y personal policial, y el otro emprendido desde el arte que apunta a enseñar en esta problemática desde el juego».

 

Schroeder aclara, además, que la guía de intervención suministrada por la cartera educativa resulta indispensable para actuar en situaciones de acoso entre chicos, ya que a partir de sugerencias y recomendaciones allí provistas, aprenden a reflexionar sobre el tema. Sostiene que es de utilidad para los docentes y que es de fácil descarga a través del portal www.abc.gov.ar, de la Dirección General de Cultura y Educación.

 

Al mismo tiempo, otras quince escuelas de La Plata abordaron la problemática mediante el proyecto «Fotografiando silencios», que es organizado por el Equipo Interdisciplinario distrital (EDIA) que buscó en la fotografía un modo posible de abordar los conflictos de los adolescentes.

 

Lo que emerge, lo no pensado, lo no visto, lo implícito, lo no dicho comienza a visibilizarse desdela propia narrativa de los jóvenes, explican. Es decir el proyecto genera espacios de enunciación que permite a los jóvenes repensar, reflexionar, problematizar y construir alternativas que promuevan los vínculos saludables de convivencia.

La inspectora que supervisa al equipo Fernanda Cabezas, detalla que se trata de un trabajo anticipatorio que pone el acento en la convivencia y en generar condiciones para que los chicos puedan expresar lo que pasa.

 

Para la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social que depende de la Dirección de Escuelas, es necesario diferenciar el término hostigamiento de la categoría bullying que, desde su concepción, ubica a los sujetos que participan de la relación de conflicto en víctimas y victimarios.

 

Según se considera el bullying provoca la conformación de estereotipos que identificar a uno de grupo como culpables y sus integrantes portarán ese estigma de violentos y formarán las poblaciones de riesgo.

 

En cambio, caracterizar como hostigamiento o acoso la misma situación, supone identificarla desde las relaciones vinculares y, por lo tanto, como dinámica y modificable.

Además, el hostigamiento puede ser virtual, es decir a través del uso de chats, mensajería instantánea, imágenes tomadas con las cámaras de los teléfonos, correo electrónico, foros, grupos, páginas web, entre otros.

 

En las escuelas de todos los niveles y modalidades se trabaja en los denominados Acuerdos Institucionales de Convivencia, que democratizan la toma de decisiones y permiten la participación de todos.

 

Una manera de trabajar en los aspectos positivos es revalorizar las prácticas donde los niños, niñas y adolescentes implementan proyectos solidarios, colaborativos y de ayuda comunitaria. Esto significa respetar a la diversidad y atender a los modos de vinculación violentos.

 

La Plata, 2 de mayo de 2016.-