Filas para entrar a los casinos, la postal que sorprende en Mendoza

No son los bancos ni los supermercados. Ahora las filas están en los casinos, públicos y privados. Esa es la postal que se observa por estos días en esta ciudad: decenas de personas esperando para entrar a jugar.

Desde que el sábado habilitaron las 11 salas que existen en esa provincia, cada vez más mendocinos deciden ir a probar suerte. A pesar de que se despertó nuevamente el interés por regresar a estos sitios de entretenimiento, la realidad es que no todos pueden entrar como antes, por eso llama la atención lo que pasa en las puertas.

Los protocolos sanitarios para este sector, en medio de la pandemia, son estrictos: el lugar no puede superar en ocupación el 30% de las máquinas autorizadas a operar y se permite un ingreso promedio de 96 personas, bajo controles de higiene y distanciamiento. De esta manera, a medida que se va descomprimiendo la capacidad dentro del local, se abre la puerta a quien aguarda en el exterior. El horario permitido es desde las 10 hasta las 0.30 y el ingreso no se rige por la terminación del documento de identidad. Eso sí, está prohibido la entrada a la sala a personas mayores de 65 años. Además, se mantiene la restricción a los mendocinos que figuran en el Registro de Autoexcluidos, dispuesto por un programa provincial contra la ludopatía.

«No podía esperar más para jugar. Sentía muchas ganas de volver, con todos los cuidados», contó a este diario Marcela, una vecina de Guaymallén, que se acercó a la sala de juegos de la calle Primitivo de la Reta, de Ciudad. «Hay que hacer fila para entrar, pero vale la pena. Tal vez nos volvamos a casa con algo, pero al menos nos despejamos la cabeza, aunque hay que ser muy responsables», agregó Ana María, oriunda de la capital provincial, quien se acercó al casino con una amiga.

La mayoría de los casinos del Gran Mendoza tienen permitido que ingresen 120 personas, mientras que el más chico, que se encuentras en el Sur provincial sólo puede albergar hasta 38, de acuerdo con una disposición del Instituto Provincial de Juegos y Casinos.

Fue el gobernador Rodolfo Suarez, quien decidió habilitar esta actividad, para seguir con su plan de equilibrio entre economía y salud, teniendo en cuenta la meseta de contagios en la que se encuentra la provincia. Además, considera que esta actividad también es clave para las arcas locales. «El Estado tiene que recuperar la posibilidad de recaudar», indicó Suarez sobre la vuelta de los casinos.

De esta forma, al menos por ahora, sólo funcionan las tragamonedas, por lo que los entretenimientos «vivos y tradicionales», como la ruleta, el Black Jack o el póker, deberán esperar, ya que pueden convertirse en un foco de contagio del virus.

Hasta ahora, la provincia registra 52.175 casos positivos confirmados de Covid-19. Hay 33.076 personas recuperadas. Sin embargo, se notificaron 1041 muertes.

Fuente: La Nación