Incendios en el Delta: todos los caminos conducen a los productores agropecuarios

El humo de los incendios en el delta del Paraná, que invade la ciudad de Rosario hace días, llegó a la Ciudad de Buenos Aires. Ayer a la mañana, la ciudad amaneció cubierta por una densa columna de humo y olor a quemado que obligó a dirigir las miradas hacia la catástrofe ambiental que se está desarrollando hace más de tres semanas en los humedales del Río Paraná. Son alrededor de 5 mil focos de incendio que, desde hace más de un par de semanas, cubren los humedales del Río Paraná, resecos debido a la pronunciada bajante del río.

Mientras que organizaciones ambientales cortan el puente Rosario-Victoria denunciando un «ecocidio», el gobierno de Entre Ríos reconoce que la situación «se les fue de las manos», que la sequía histórica los «desbordó», y demanda más ayuda del gobierno nacional y de la provincia de Santa Fe. La Justicia, mientras tanto, investiga a productores agropecuarios de la zona, denunciados penalmente por quemar los pastizales del delta para el desarrollo de la producción ganadera.

«Impresiona ver la dimensión del daño que este ecocidio está causando sobre el humedal. Los responsables de estas quemas tan dañinas para la salud de las personas y tan brutales con nuestra tierra tienen que pagar por lo que han hecho», declaró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, quien hace un par de semanas denunció penalmente y pidió la detención de los propietarios de los terrenos en donde se realizaron las quemas.

Desde febrero, los incendios han consumido un total de 50 mil hectáreas (una superficie que equivale a tres veces la ciudad de Rosario), según el relevamiento de una organización ecologista llamada «Naturalistas santafecinos». 

Si bien el gobierno nacional destinó helicópteros, aviones hidratantes, efectivos del Grupo Albatros (el cuerpo de elite de Prefectura Naval), que se sumaron a los esfuerzos conjuntos de los gobiernos provinciales de Santa Fe y Entre Ríos, el impacto ambiental del fuego en los humedales es devastador.

«Basta de quemar las islas», «No al ecocidio», «No es pasto quemado, es bosque nativo ardiendo», «Ley de Humedales Ya», rezaban los carteles de la protesta que el sábado cortó el punte Rosario-Victoria. La convocatoria, organizada por la Multisectorial por la Ley de Humedales, reclama, además del cese de las quemas y la efectiva sanción de los responsables, la sanción de una Ley de Humedales. 

Según una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Rosario, el 60 por ciento de la población local responsabiliza a los empresarios ganaderos por los incendios. Hasta el momento, la Justicia Federal está investigando a ocho personas por las quemas, todos propietarios de lotes que fueron incendiados. Uno de ellos es Rufino Baggio, empresario y descendiente del socio fundador de RBP S.A, la firma que controla la famosa empresa de Jugos Baggio. 

Los productores rurales de Entre Ríos, por otro lado, niegan tener responsabilidad sobre los incendios y aseguran que estos se producen por culpa de la circulación de personas en el terreno en un contexto de gran sequía, en el que «ante cualquier descuido puede ser fácil presa del fuego». Siguiendo esta línea, el domingo pasado fueron detenidos dos pescadores santafecinos, acusados de haber iniciado uno de los focos de incendio en las islas del Departamento Diamante. Sin embargo, los funcionarios de Entre Ríos y Santa Fe coinciden en que, si bien es cierto que pueden ocurrir ciertos «descuidos» que provocan algunos focos de incendio, los principales responsables son los productores agropecuarios de la zona.