Nicolás Trotta y el regreso a clases: “La presencialidad no será obligatoria”

En agosto comenzará la vuelta a las aulas en las provincias en fase cinco de la cuarentena, pero el ministro es muy cauto respecto de las precisiones en las zonas más críticas. Mientras tanto, su cartera trabaja en planes que aspira a volver universales: la entrega de computadoras a alumnos, los créditos para que las compren docentes, los subsidios a escuelas públicas con problemas de infraestructura y el apoyo a las de gestión privada. 

«Con los niveles de circulación del virus que actualmente tenemos en el área metropolitana, no se puede proyectar el regreso a las aulas en el AMBA», afirmó el ministro de Educación, Nicolás Trotta. Sin embargo, la vuelta a clases presenciales comenzará en agosto en las provincias que se encuentran en la fase cinco de la cuarentena, con el cumplimiento de los protocolos pertinentes.

Por otro lado, Trotta adelantó que de aquí a fin de año entregarán unas 300 mil netbooks del programa Juana Manso. Uno de los puntos centrales que destacó el ministro es que «la obligatoriedad de la escuela no está en discusión», a pesar del actual contexto. 

«Con los niveles de circulación del virus que actualmente tenemos en el área metropolitana no se puede proyectar el regreso a las aulas. Sin embargo, es muy importante para esta región el recorrido que están llevando adelante otras provincias que tienen un nivel muy bajo o nulo de circulación del virus y que en agosto van a retomar las clases presenciales, cumpliendo los protocolos», sostuvo.

Y aseguró que «es fundamental sacar cualquier duda que tenga que ver con la obligatoriedad educativa. La educación primaria y secundaria es obligatoria en el país y eso no cambiará. Lo que tenemos es una situación particular, en el marco de la pandemia, relacionada a la presencialidad y el miedo de algunos padres de enviar a los chicos. Hay un grupo de estudiantes que no van a poder asistir físicamente por ser pacientes de riesgo. En ese caso vamos a sostener los procesos de enseñanza a la distancia en el hogar. El Estado tiene la obligatoriedad de desplegar todas las medidas necesarias para garantizar el aprendizaje«

Respecto del protocolo, Trotta manifestó que «lo más complejo es la reorganización del espacio. Las escuelas no necesitan tener mayor infraestructura para el distanciamiento físico. Además, hay que dejar claro que lo que se pide son cuestiones de seguridad e higiene que tenían que cumplirse antes de la pandemia. No se pide una excepcionalidad. A pesar de eso, para las escuelas con mayores problemas entregaremos una tarjeta de hasta 50 mil pesos para pequeñas obras de infraestructura o para comprar insumos. Será un total de 2300 millones de pesos que se gestionan a través de las provincias. Ellas nos indicarán las escuelas que lo necesitan y después nosotros las jerarquizaremos según la vulnerabilidad socioeducativa y las necesidades más urgentes. Las obras más importantes las canalizarán directamente las provincias, que tienen que brindar los recursos. Pretendemos que estos programas, como con la entrega de las computadoras, sean universales, pero dadas las circunstancias empezaremos por los de mayor vulnerabilidad, para después llegar a todos».