Coronavirus: Gino Tubaro imprimirá 20 mil máscaras en 3D

Reconocido por la fabricación de prótesis de manos, en la actualidad, producirá mascarillas de manera gratuita. En una primera etapa las recibirán los profesionales de la salud y luego serán destinadas a otros trabajadores esenciales.

Gino Tubaro fabricará y entregará 20 mil máscaras protectoras. A partir de la impresión 3D, el “Atomic Lab” que conduce este joven inventor, producirá un insumo fundamental para evitar la propagación de la covid-19. Una vez confeccionadas serán destinadas a los centros de salud para que los profesionales del campo (a menudo los trabajadores esenciales más expuestos en la actualidad) puedan emplearlas.

“Veníamos entregando, como siempre, las prótesis de manos para aquellas personas que así lo requirieran. Sin embargo, desde hace dos semanas, modificamos la plataforma de envíos para comenzar a brindar máscaras. En aproximadamente 10 días registramos más de 115 mil pedidos y ya entregamos la primera tanda de dos mil”, señala Tubaro. Luego continúa con la descripción de las primeras repercusiones que tuvo su propuesta: “Cuando lanzamos la iniciativa se comunicó con nosotros mucha gente de manera particular, empresas que las requieren para sus empleados, centros de salud, ministerios, hospitales públicos, de todo. No obstante, nosotros establecimos una suerte de jerarquía: policías y empleados de la salud en primera línea; bomberos, trabajadores de ente público y repartidores en segundo lugar; y, por último, pedidos particulares”, plantea.

¿Cómo será el método? “Los embajadores, es decir la gente que trabaja con nosotros y dispone de una impresora, ingresan, inscriben la cantidad de casos que hay cerca de dónde viven y las fabrican. Tenemos una red de 130 voluntarios repartidos por todo el territorio nacional e, incluso, contamos con gente capacitada en otros países, como Italia por ejemplo”, destaca en referencia a una de las naciones que con mayor dramatismo afronta la pandemia. Los manuales y procedimientos para el diseño están disponibles en la plataforma de Atomic Lab: algunos fueron extraídos de internet y referenciados como casos exitosos alrededor del mundo, mientras que otros fueron confeccionados por el propio Tubaro. En promedio, se demoran unos 15 minutos en estar listas. “Las entregamos de manera gratuita. Estamos ayudando a un montón de gente que las necesita y, de yapa, nos distraemos un poco con trabajo durante la cuarentena. Aquel que tiene una impresora y no las está haciendo tiene el corazón verde como el Grinch, porque realmente es una pavada”, comenta.

A partir de la iniciativa de Tubaro, la compañía Siemens se acercó y ofreció su colaboración. “La empresa nos aporta el acetato, el plástico transparente que es clave porque sirve como barrera para impedir que lleguen las gotas de saliva con partículas virales. También desempeña otro rol a tener en cuenta: es útil para mantenerse bien alertas en todo momento y no tocarse la cara. Por otro lado, Siemens nos brinda una mano con las entregas en CABA y zona norte de Buenos Aires. Pasan a buscar las máscaras por las casas de los embajadores y las llevan hasta sus lugares de destino. A cambio, reciben un kilo de material para seguir produciendo”, relata. La cantidad mínima que deben entregar los voluntarios es de 50 máscaras; un paquete de productos que consume en total unos 600 o 700 gramos de filamento. A cambio, reciben 1 kilogramo de material; esa diferencia a favor les ayuda para fabricar un mayor número que el solicitado y, de esta forma, alimentan de dinámica al proceso para cumplir con la mayor cantidad de los pedidos registrados.

¿Quién es Gino Tubaro? Popularmente fue bautizado como el “Capitán Atómico” porque, de manera gratuita y desde hace varios años, regala prótesis a los chicos (con motivos variados) y los convierte en “superhéroes”. Desde su laboratorio en Parque Patricios, ya imprimió más de 1500. El proyecto Limbs –“extremidades” en inglés– opera de manera colaborativa a través de núcleos de despliegue con embajadores y voluntarios que trabajan desperdigados por el país; y que han sido entrenados por él mismo. Se benefician de las prótesis las personas a las que les faltan todos los dedos, las que tienen algunos, así como también las que no tienen antebrazo. Son realizadas en PLA, un material ecológico y derivado del maíz, que evita la sudoración, el picazón y el enrojecimiento. Todos los modelos son chequeados previamente por ortopedistas que certifican su validez médica. ¿Su objetivo? Que la brecha entre tecnología aplicada y salud se vuelva cada vez más angosta, hasta que algún buen día consiga desaparecer.