Habló el padre del principal acusado por el crimen de Villa Gesell: «Fue una tragedia, no son asesinos»

Los diez imputados por el asesinato de Fernando Báez el pasado 18 de enero en Villa Gesell recibieron la primera visita de sus familiares en la cárcel de Dolores. El fiscal del caso no descarta que alguno de ellos pueda quedar desvinculado de la causa una vez que termine la instrucción. 

Luego de pasar su primera noche detenidos en la cárcel de Dolores , los diez rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez recibieron la visita de sus familiares. Padres, madres y hermanos evitaron hablar con la prensa, con pocas excepciones, como la de los padres de Máximo Thomsen, uno de los dos imputados como coautor del homicidio, y Juan Pedro Guarino, señalado como «partícipe necesario».  

«Fue una tragedia. Lo lamento tanto por la familia de la víctima. Esto fue una tragedia, no son asesinos. No sé qué se les cruzó por la cabeza», fueron las palabras de Marcial Thomsen, padre del principal implicado en el crimen, antes de entrar al penal.  

Thomsen volvió a hablar con la prensa a la salida de la visita y volvió a disculparse con la familia de Fernando. «Intenté llamarlos varias veces. No sabría qué decirles. Si yo tengo el dolor que tengo, no sé qué sentirán ellos». «No me quiero despertar. Cada día que empieza, no quiero abrir los ojos», dijo mirando hacia abajo. «Tengo miedo de no verlo más en libertad», agregó.

El padre del joven no fue preciso al hablar sobre la versión de su hijo sobre los hechos y describió: «Para él fue una pelea, pero no se acuerda de cosas». «Estaban alcoholizados, pero no los justifico», agregó Thomsen, adelantándose a los peritajes toxicológicos. 

El hombre dejó un perfil de su hijo como «destrozado por la muerte de este chico, por lo que hicieron o lo que les salió».  «Obvio», contestó a la pregunta sobre si su hijo estaba arrepentido.

En tanto, el padre de Gaurino fue mucho más escueto: «Hay que ponerse en lugar de ellos y es imposible. Es lo peor que le puede pasar a una persona. Ellos están bien, nosotros estamos mal».  

La situación en el penal 

Los jóvenes fueron trasladados a Dolores este miércoles, luego de terminar las ruedas de reconocimiento en Villa Gesell, donde el 18 de enero participaron del crimen de Fernando a la salida del boliche Le Brique.

El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, indicó, ante la preocupación de los familiares de que los jóvenes sean agredidos, que «el Servicio Penitenciario tiene gente capacitada para que esto no suceda». En ese sentido, Escoda precisó que los presos, durante los primeros días, pasan por un proceso de aislamiento y análisis, tras el cual son derivados a los distintos pabellones. 

Por otra parte, el fiscal de Dolores aclaró que la situación procesal de los 10 imputados será revisada en los próximos 15 días «con el análisis de la toda la prueba», para resolver la continuidad o no de las prisiones preventivas. 

Escoda precisó que 7 de los 10 imputados fueron identificados en las rondas de reconocimiento, pero señaló que podrían aparecer otras pruebas que los impliquen,  como videos, pruebas de ADN en la ropa o nuevos testimonios. De todas maneras, no descartó que alguno de los detenidos pueda quedar en libertad, pero insistió en que la hipótesis de investigación los mantiene a todos acusado, al menos, como «participes necesarios».