Confirman que el militante de la CTEP murió por un disparo en la espalda

Falleció durante una toma de tierras. Ritondo dijo que si hubo «mal proceder policial, serán sancionados».


El militante de la CTEP, Rodolfo Orellana, asesinado durante un intento de toma de tierras en Ciudad Evita, partido bonaerense de La Matanza, fue baleado por la espalda. Así lo confirmó hoy el procurador bonaerense, Julio Conte Grand, y el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.


Orellana, de 36 años, fue asesinado ayer alrededor de las 6 de la madrugada en el predio ubicado en la ruta 4 y autopista Riccheri, en el oeste del Conurbano, en medio de una pelea entre dos grupos que querían tomar las tierras, situación a la que se sumó la intervención de las fuerzas de seguridad.

«Tenemos la autopsia preliminar que determina el ingreso de un proyectil de arma de fuego en el omóplato, con orificio de salida en la zona facial, a la altura de la nariz», describió el procurador en diálogo con C5N.

Ayer, el ministerio de Seguridad bonaerense había comunicado que Orellana había fallecido como causa de una herida punzante. Según el informe de los profesionales que examinaron el cuerpo en el hospital, la víctima no presentaba ningún orificio de entrada ni de salida provocado por una bala. Allí constaba que presentaba dos heridas: una superficial en el homóplato y otra en la cabeza, generadas por un objeto punzante.

La hipótesis que ayer manejaban en La Plata sostenía que Orellana había fallecido en una pelea entre dos grupos que se disputaban esta madrugada los terrenos tomados.

Sin embargo, tanto Conte Grand como Ritondo aclararon hoy en base a la autopsia que la muerte se produjo por el impacto de una bala sobre la espalda de Orellana.

El procurador añadió que no se pudo determinar aún qué tipo de arma se empleó en el ataque ya que «el proyectil no quedó en la cavidad física y el calibre va a ser difícil de determinar».

No obstante, aclaró, los forenses que trabajan en la autopsia definitiva intentarán trazar un perfil del arma «en función del diámetro de los orificios de entrada y salida y del trabajo interno dentro de la cavidad de la persona».

Conte Grand también precisó que se dio intervención a Asuntos Internos de provincia de Buenos Aires para que entregue el listado de los efectivos de la policía bonaerense que estaban asignados a custodiar el predio y que no llevaban armas, más el de los efectivos de las comisarías cercanas que al iniciarse los incidentes acudieron en «al menos dos patrulleros» al lugar.

«En principio estaría verificado que todos efectivos que estaban en el lugar para garantizar la seguridad de la toma y posibles refriegas, portaban balas de goma, pero cuando se desbordó la situación comenzaron a aparecer refuerzos y tenemos que verificar las armas que ellos portaban», explicó Conte Grand.

Mientras tanto, Ritondo dijo que de comprobarse que policías de la provincia tuvieron alguna responsabilidad en la muerte de Orellana «serán sancionados».

El ministro recordó que la primera información obtenida tras el hecho a raíz de lo comunicado por el hospital adonde llegó Orellana fue que el militante tenía una herida punzante, lo que se desestimó luego con el resultado preliminar de la autopsia.

Ritondo dijo que hay dos hipótesis del hecho: la primera, que la bala haya sido disparada durante el enfrentamiento entre dos sectores que se disputan la usurpación y compra de ese terreno y, la segunda, que se haya tratado de un mal accionar policial. «En las dos hipótesis vamos a colaborar para que se sepa la verdad porque es lamentable la muerte de cualquier persona en la provincia de Buenos Aires», concluyó.

Tras el crimen, integrantes de movimientos sociales, organismos de derechos humanos y dirigentes políticos acusaron a las fuerzas de seguridad y repudiaron el supuesto ataque policial.