Cierran la estación de trenes de Santa Rosa y despiden a todos los empleados en La Pampa


Otros tiempos: En 2014 se produjo la llegada de una formación, que fue recibida alborozadamente y en forma festiva por la población. Foto La Arena/InfoGEI


Desconcierto e indignación causó la información de que a partir del 1 de diciembre los 21 trabajadores de Ferrocarriles que quedaban en La Pampa ya no tendrán trabajo. Ferro Baires decidió despedirlos, aparentemente sin abonar indemnización alguna dada su condición de contratados.

Según da cuenta La Arena de Santa Rosa, la mayoría se desempeñaba desde 1994, y aunque quedaban muy pocos -17 en General Pico, 3 en Santa Rosa y 1 en Toay-, eran los que realizaban mínimas tareas en las estaciones.

En el caso de la capital provincial, uno de los operarios -el jefe de la estación- estaba a un año de la jubilación, con lo que esta medida lo deja inerme y en una situación que a los que tomaron la decisión no les importó en absoluto.

Pampeanos, afuera

El pasado jueves, las autoridades de la empresa le comunicaron a un delegado que la decisión estaba tomada, Ferrobaires cerraba, y sus empleados pasaban al ámbito nacional, salvo los pampeanos, que directamente quedaban desvinculados por su condición de precarizados, es decir, la empresa no les renovaba el contrato, ni tampoco les paga indemnización alguna.

Promesas al viento

Lejos quedaron aquellas expresiones del gremio ferroviario y del diputado nacional de Cambiemos, Martín Maquieyra, que habían dicho que los despidos no iban a suceder. Sin embargo, se produjeron como era obvio que iba a suceder, a raíz de la política de desmantelamiento del Estado argentino que lleva a cabo el actual gobierno,  con la anuencia indisimulable de la central obrera nacional (en cuarto intermedio desde el último Central Confederal realizado hace ya un año y medio).

Maquieyra, que recientemente volvió a ser electo para continuar en el Congreso Nacional, se había mostrado confiado en que el tren volvería a correr por vías de nuestra provincia. Que sólo se esperaba el arreglo de dos puentes que habían sufrido los efectos de las inundaciones, y que el ferrocarril iba a regresar. “Ilusiones del viejo y de la vieja”, dirían nuestros abuelos sobre cosas que se sabe, no van a suceder.

Nunca más el tren

La fría determinación deja en la calle a dos decenas de trabajadores; y en el caso de Santa Rosa, al menos, obligará al cierre de la estación de trenes, que era atendida mínimamente por los tres que ahora resultaron despedidos.

Así la posibilidad de que el tren vuelva a correr en la provincia pampeana aparece como una utopía. Con las vías en franco deterioro, sin empleados, con un material ferroviario en estado lamentable, quedará sólo el recuerdo de la ilusión que en 2014 produjo la llegada de una formación -a modo de prueba piloto-, que fue recibida alborozadamente y en forma festiva por la población.

Fuente: InfoGEI