Tras los casos de Quilmes y La Matanza se teme por el robo de armas. Se asignaron más efectivos a los puestos de los accesos a la Ciudad
Los sangrientos ataques de la última semana a una comisaría y un destacamento, en el Conurbano, pusieron en estado de alerta a la conducción de la Policía Local en La Plata, que prevé la posibilidad de extensión de esta modalidad hacia la Ciudad y ya generó un dispositivo de refuerzo a las medidas de seguridad en los puestos de esa fuerza.
Puntualmente, los jefes policiales reaccionaron frente a la audacia y violencia extrema con la que se vio actuar a delincuentes en el intento de copamiento de la comisaría de San Justo y en el destacamento de Quilmes. Eso, se suma a la hipótesis, probable según se analiza en la Policía, de que haya más intentos de robar armas y pertrechos de la fuerza, como ocurrió en el caso del puesto que funciona en una garita de chapa -construida en base a un contenedor-, al sur del Conurbano.
“La situación es para estar atentos. Lo que pasó en Quilmes es un dato muy fuerte que se suma a otros hechos”, contó un vocero de la Policía Local platense y para graficar aportó como dato con respecto al impactante caso de la garita, que “todo indica que el ladrón herido en este hecho fue el mismo que está implicado con otras personas en el robo a dos policías de Almirante Brown”.
Durante el mediodía del miércoles, en el destacamento de avenida La Plata y Smith, un hombre de 24 años irrumpió armado con una pistola de la Policía y protegido con un chaleco de la fuerza. Apuntó a tres oficiales (dos mujeres y un varón) pero cuando calculó que los tenía reducidos, los efectivos reaccionaron y en un intercambio de tiros le produjeron una herida en el abdomen que neutralizó el ataque. Se presumía que tenía como finalidad conseguir armas y chalecos.
MÁS CONTROLES EN LA RUTA
Según la fuente policial consultada, en la Ciudad hay especial atención en lo que sucede en los accesos, donde la Local tiene 11 puestos de control vehicular. Varios están en los extremos de estas vías, donde la capital Provincial limita con otros distritos y sus vías conducen al sur del Conurbano.
Estos puestos se ubican, en los cruces de la Ruta 36 con 520, 44 y 66, en la bajada de la Autopista en La Plata y Villa Elisa, y en el camino Centenario, entre otros puntos.
Con el objetivo de sumar seguridad a los propios efectivos y equipamiento, se dispuso el refuerzo de personal en esos destacamentos. “Lo que buscamos es que haya más gente. Donde hay dos que pasen a ser tres y donde son tres ahora tenemos cuatro policías”, indicó el jefe policial.
A la vez, se emplea otro recurso que incrementa la presencia en la calle: “como sumamos gente pedidos que se hagan más controles”. Eso es, que los periodos de silencio entre operativos, con policías parados al borde de la ruta, sean más cortos. “Si están activos más tiempo será más difícil que los sorprenda alguien que está pensando en robar”, indicó.
La problemática de los robos no es nueva para los propios agentes de la Policía. En la Policía Local platense se insiste con los efectivos en el cuidado de los elementos tanto cuando trabajan como en sus periodos de descanso. Las recomendaciones se acentuaron en momentos en que se percibe la presión de los delincuentes sobre el armamento. La fuente consultada aseguró que entre los oficiales de La Plata no hay registro cercano de un episodio de este tipo y para encontrar uno hay que remontarse a la puesta en marcha de esta fuerza, en 2015.
“Nadie puede estar a salvo de un hecho de este tipo, especialmente cuando el policía puede ser abordado con un arma mientras está en una situación de descanso, por ejemplo o viajando en el transporte público”, indicó el jefe policial platense.
Fuente: El Día