Cómo Salto resolvió su problema de la basura

 Para Imitar: A un gran problema una gran solución


El Director de Producción, Miguel Chavero, y el Jefe de Prensa, Julián Ainora, explicaron en el propio basural cómo hizo la vecina ciudad para dejar de tirar residuos a cielo abierto.

 

Dos funcionarios de la Municipalidad de Salto, el Director de Producción Miguel Chavero y el Jefe de Prensa Julián Ainora, fueron entrevistados en el propio predio donde funciona la planta de reciclado de Salto -y hasta hace poco también se arrojaba la basura que no podía ser recuperada-, y dieron detalles sobre la manera en que la vecina ciudad logró resolver el problema de su basural a cielo abierto.

Señaló Ainora que «esta planta comenzó a gestarse en el año 2010, a través de la entonces Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Nosotros, como Municipio, nos encontrábamos con un problema muy grande que era un basural a cielo abierto en cercanías del cementerio municipal, a unas diez o quince cuadras del centro histórico de la ciudad. Esto, además de la contaminación, generaba una cantidad de perjuicios para los vecinos».

«Se gestionó en primer término la adquisición de un predio a varios kilómetros del casco urbano, y se presentó ante el Gobierno Nacional de aquel entonces un proyecto para la adquisición de estas maquinarias. El acuerdo se logró, la planta se habilitó, y desde 2010 comenzó a funcionar recibiendo los residuos que se generan diariamente en la ciudad, con un sistema de reciclado formado por una cooperativa de trabajo que presta servicios en este lugar juntamente con empleados municipales», agregó Ainora.

Explicó que posteriormente «en octubre de 2017 ya no se hace la disposición final en este predio, ya que fue firmado un convenio con el CEAMSE, un organismo conjunto de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, para que los residuos que no pueden ser reciclados se trasladen diariamente a uno de los complejos de esa entidad en el conurbano bonaerense».

A su turno, Chavero informó que «Salto produce entre 30 y 32 toneladas diarias de residuos, de los cuales alrededor del 10 por ciento se recicla en esta planta, y otras 16 toneladas se van al CEAMSE. Una vez que se realiza la recolección, de lunes a viernes, sale en dos viajes un camión hacia un predio que está en José León Suárez».

En el mismo sentido, Ainora señaló que «este convenio fue aprobado casi por unanimidad por el Concejo Deliberante, y es un círculo virtuoso. Por un lado, porque la basura se va de nuestra ciudad; por otro, como el reciclado se sigue haciendo aquí, se conservan los puestos de trabajo; y por último, los costos operativos que tiene el convenio implican un ahorro neto de más de 100.000 pesos mensuales con respecto al proceso que se hacía anteriormente. Todas las partes salen beneficiadas».

CONTROL DE INCENDIOS

Tal como ocurrió en Rojas, Salto sufrió el incendio de un sector de su basural; pero asumió el problema como una «cuestión de Estado» y puso a enfrentar la emergencia todos los recursos de que dispone en las distintas áreas, además de maquinaria provincial que justamente por esos días realizaba trabajos en el arroyo del Burro Muerto.

«En algunos lugares había mucho material inflamable, y con días de 35 o 36 grados es inevitable el incendio. Entonces, distintas áreas del Ejecutivo nos reunimos y empezamos a ver cómo atacábamos la situación, que era muy perjudicial para varios barrios. El predio está lejos del centro, pero Salto se está expandiendo mucho gracias a su desarrollo industrial, y hay barrios que no están tan lejos y se vieron afectados», dijo Chavero.

Relató que «se puso todo el parque de maquinarias que tiene el Municipio a disposición para poder resolver lo antes posible las emanaciones de humo».

«La temperatura ha sido muy alta, y de pronto, un material inflamable, con actividad microbiana de degradación, el viento, hay una probabilidad muy alta de que se prenda fuego. Tuvimos un foco importante, se quemaron unos 600 metros cuadrados, y tuvimos que decidir cómo apagarlo. Consultamos a Bomberos, a Defensa Civil, y finalmente se decidió apagarlo con tierra para ahogar el humo y evitar así las emanaciones y la propagación en los barrios próximos», expresó el Director de Producción.

Destacó Chavero que «nosotros ya habíamos empezado con este tipo de acción, y pedimos la asistencia del CEAMSE para que mandaran un especialista y nos dijera si estábamos haciendo lo correcto. Ocurrió eso: vino un experto que ya había apagado fuego en Baradero, en San Pedro, y aprobó lo que hacíamos. Se trata de ahogar el foco de incendio echándole también agua. Si uno coloca diez o quince centímetros de tierra pero no la moja, la tierra se seca, se hunde y el incendio revive. Entonces, hay que ir removiendo, echando tierra, mojando, y así varias veces. Así lo pudimos sofocar».

Aclaró además que «cuando se apaga el fuego, se termina el humo y parece que está todo bien; pero no es así. Pensemos que abajo queda material que está prendido, y entonces, lo que hay que hacer es una reserva de tierra. Así, cuando aparezcan nuevos focos será más fácil ahogarlos rápidamente, antes de que siga propagándose el fuego por abajo de la capa que pusimos».

SANEAMIENTO QUE AVANZA

«Estamos llevando adelante un proyecto de saneamiento, y estamos dispuestos a construir un relleno sanitario inclusive. Así, entre lo que se lleva al CEAMSE y lo que queda para la cooperativa, nosotros podríamos disponer del resto de manera saludable, recuperando parte de este predio de 23 hectáreas en cuanto a su relieve y topografía», explicó Chavero.

«La idea es poder enterrar lo poco que queda, teniendo en cuenta muchas de las variables ambientales que hay que considerar. Hay que hacer una cava de unos dos metros de profundidad por cuarenta o cincuenta de largo. Se cubre con un plástico para evitar que se contaminen las napas, y a la vez, se hace en una pequeña pendiente para que corra el líquido y uno lo pueda recibir en un extremo.
Al ir llenándose la cava, se va tapando con tierra; y el líquido baja, se extrae y se lleva en un camión atmosférico a una planta depuradora», agregó.

EL VIVERO

Dentro del predio del basural de Salto funciona un vivero -que cuenta con un invernadero de grandes dimensiones-, sobre el que Chavero informó que «nosotros traemos ramas producto de la poda, y mediante una chipeadora producimos compost que se usa para mejorar la tierra del vivero. Tenemos un convenio con el Pro Huerta del INTA, entonces sembramos la semilla y destinamos la producción a varios comedores, todo con mano de obra municipal».

SEPARACION EN ORIGEN

Consultado sobre la separación de los residuos en los propios hogares, indicó Chavero que «por el momento eso no se hace, aunque forma parte del proyecto de saneamiento. Como todo, se necesita dinero; hay que empezar con una tarea de difusión a nivel de la ciudad, de las escuelas, poner los contenedores para que la gente arroje lo que es reciclable, y también contar con un camión pluma para recoger esos residuos. Pero sabemos qué hacer, y lo iremos haciendo en la medida en que consigamos los recursos».

 Fuente: Rojas Hoy