«Te sacan un poquito más de sangre, lo sube INCUCAI al Banco Mundial y tal vez te llamen para decirte que podés salvar una vida»

El día lunes, se conoció la noticia  que uno de los donantes de médula ósea en la colecta de sangre del Hospital Garrahan que se realizó en Alberti, era compatible con una persona de Canadá.

Su nombre es Darío Moreno quien junto a Soledad Durante y otras personas organizaron colectas de sangre de este tipo y en ese proceso los profesionales ofrecen a los donantes de sangre, convertirse en donantes de médula ósea.

Con la correspondiente autorización, se toma una pequeña muestra de sangre que donaste para realizar el análisis de tu código genético (HLA).

Esos datos se ingresan a la base informatizada del Registro Nacional que, a su vez, integra una Red Internacional que agrupa a millones de donantes en todo el mundo. Lo maravilloso y a la vez tan dificultoso, es que la compatibilidad se puede dar en cualquier lugar del mundo.

Un dato a tener en cuenta es la falta de información y los mitos que hay alrededor. Hoy en nuestro país, solo alrededor de 120 mil personas, son donantes voluntarios de médula ósea.

Es por eso que la situación de Darío Moreno, es importantísima difundir. Convencidos que las casualidades no existen y más allá de cómo se defina la historia del donante y el receptor, Darío contagiará de emoción y generosidad y se multiplicarán los donantes voluntarios al conocer su historia.

 

Darío Moreno es trabajador rural, vecino de Alberti, bombero voluntario hace 11 años, papá, esposo, abuelo entre otros títulos que le dio la vida. Tuvo la generosidad de compartir su historia, asumiendo con amor la responsabilidad de difundir la importancia de ser donante.

 

“Fue inesperado. En 2015 me anoté para ser donante en una colecta de sangre para el Hospital Garrahan que se hizo en el Club La Candela a quienes les agradecemos porque nos dieron el lugar. Lo organicé junto a Soledad Durante y me anoté sabiendo que la posibilidad es una en millones y pensé que nunca me iban a llamar. El miércoles pasado se comunican a Bomberos de Alberti del INCUCAI porque querían hablar conmigo y ahí fue que pensé que era por la donación de médula ósea. Me dijeron que era porque había un receptor con un 90% de compatibilidad pero que había muchos pasos a seguir”.

 

“Gracias al Hospital de Chivilcoy que tuvo la predisposición de sacarme sangre para la contraprueba, esa sangre el miércoles se envía a Estados Unidos y en 20, 25 días si no surge ningún problema y sigo siendo compatible, el INCUCAI se comunica conmigo y se define el método de extracción de células madres” cuenta Darío.

 

  • Qué sentiste?

 

Una emoción terrible. Desde el miércoles pasado que no duermo. Pienso en los días que pasan y la gente del INCUCAI me explica que a veces tardan un mes en encontrar al donante, porque se mudó, porque cambió el teléfono o lo que sea y por suerte a mi me encontraron rápidamente y les confirmé que seguía con la intención de donar y había que seguir adelante.

 

  • Ante mucho desconocimiento, la gente escucha médula ósea y lo confunde con médula espinal, piensa en la espalda y además los mitos alrededor. Es importante conocer tu historia para ayudar a derribar esos mitos.

 

La gente del Incucai te informa todo. Hay dos métodos, uno es con anestesia general, se punza el hueso plano de la cadera y se aspiran las células, un día de internación. La otra son 5 vacunas, una por día para estimular la liberación de células, luego te conectan a una máquina y extraen las células y te devuelven tu sangre. Ese método, tarda tres horas. Hay mucho mito y la gente se asusta por eso es importante informar y ojalá yo pueda contar cómo es la experiencia definitiva y que la gente anote en cada colecta que se haga.

 

– Ni los pinchazos, ni la anestesia, ni el tiempo de la extracción, se compara a lo que debe estar pasando la persona que necesita. Ese es el mensaje más fuerte.

 

Hay alguien que está esperando teniendo riesgo de vida, está esperando seguir viviendo y yo con 5 pinchazos, con tres horas en una camilla sacándome sangre, le puedo estar salvando la vida a alguien y es muy loco.

 

  • Nunca se sabe dónde puede estar esa persona esperando.

Cuando me dijeron que mis datos iban a un banco mundial, ni pensé que me podían llamar.

 

Darío explota de emoción, mil cosas pasan por su cabeza, desde la felicidad a que se le desborden los ojos de lágrimas. Darío es un volcán de sentimientos. Uno no puede dejar de pensar en todas las cosas que le deben estar atravesando el cuerpo. Convencidos que el mensaje de Darío, su historia, su forma de contar la experiencia, hablando desde el corazón va hacer que muchos de ustedes busquen información y se conviertan en donantes voluntarios.

 

“Ojalá que cuando haya una colecta de sangre en Alberti, en Chivilcoy, donde sea, y la gente del hospital te pregunte si querés ser donante de médula, le digan que si. Te sacan un poquito más de sangre, lo sube INCUCAI al Banco Mundial de sangre y tal vez te llamen para decirte que podés salvar una vida que estaría muy bien que todos donáramos un poquito”

 

Entonces va la pregunta final.

 

  • Por qué donaste?

Tengo un problema con mi hijo que se atendió en el Garrahan, tengo historia.

 

 

Darío, se quiebra. Fin de la nota. Gracias Darío.