En la necesidad de encarar un trabajo de inteligencia para intentar ponerle freno al descontrol de los motoqueros que molestan a toda hora, especialmente en la madrugada, y que tantos trastornos provocan en toda la ciudad y a partir de una causa penal promovida por la mismísima Secretaría de Seguridad de la ciudad de Chacabuco, dos jueces de garantías ordenaron medidas concretas para ponerle freno a los abusos de motociclistas que, por un largo tiempo, no afectarán el descanso de los ciudadanos de ese distrito bonaerense.

¿Cómo se logró?, pues con un trabajo de inteligencia que fue muy paciente y minucioso, y que aportó pruebas contundentes mediante filmaciones y fotografías.

Así lo explicó el Secretario de Seguridad de Chacabuco, resaltando la labor cumplida por la Policía que fue muy competente para identificar a los cabecillas, hacerles un seguimiento sin despertar sospechas, y reunir los testimonios irrefutables de las transgresiones.

La causa se sustanció por infracción al artículo 193 bis del Código Penal, lo que demuestra que no es verdad que no existan resortes legales para poder arremeter contra estos desatinos que en Lobos se sufren cada vez más.

Y en el fin de año, la justicia autorizó la realización de 30 allanamientos en domicilios de Chacabuco, que la Policía concretó desde las 5 de la mañana, ingresando a los domicilios y secuestrando un total de 21 motos causantes de los desórdenes y disturbios contra los vecinos.

Participaron 130 efectivos de esa ciudad y de la región, y la orden provino de los Juzgados 1 y 3 de Junín.

La pregunta que surge es tan obvia como categórica. Si en otra ciudad similar a la nuestra se pudo, ¿por qué en Lobos nos resignamos a decir que no se puede hacer nada?.

Porque esa es la respuesta que se repite inevitablemente en cuanto lugar uno consulta, la misma que reciben los vecinos cuando reiteran sus quejas porque no los dejaron dormir o porque se sobresaltó una criatura en plena madrugada por los cortes de las motos.

No puede ser que una veintena de inadaptados ganen la calle y hagan lo que quieran.

Lo que se logró en Chacabuco refuerza nuestra postura. El tema pasa claramente por la voluntad y la decisión de hacerlo, porque poder se puede, de eso no hay dudas.

Fuente: La Palabra