Euforia en las calles de Cataluña


 Decenas de miles de personas celebraron hoy con euforia en las calles de Barcelona que el Parlamento de Cataluña aprobase iniciar un proceso que acabe con la instauración de una «república independiente».


Abrazos, emoción, aplausos, saltos, gente emocionada y llorando recibieron la lectura del resultado de la votación en las inmediaciones del parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlament. Allí había reunidas unas 12 mil personas en esos momentos, según las autoridades locales, ondeando banderas independentistas (esteladas) o con carteles con los lemas «Democracia» o «Catalonia ist not Spain».

«Es lo más parecido a la felicidad, estaba muy ilusionada y convencida de que lo conseguiríamos», aseguró Susana Colominas, auxiliar de enfermería en paro de 52 años. «A partir de ahora a construir un nuevo país», agregó.

«Al final hemos conseguido el sueño de tantos años. Ahora que nos dejen ser, crecer y construir un nuevo país», coincidía Rita Carboneras, estudiante de Biomedicina de 24 años.

«Es la ilusión más grande desde que tengo uso de razón. Lástima que mis padres no lo hayan podido ver, yo salgo a la calle desde la época del franquismo», relató Isidre Morera, jardinero de 65 años. «A ver qué es lo que nos dejan hacer a partir de ahora. A ver si la comunidad internacional puede echar una mano, porque si no, el Gobierno central puede caer con la fuerza bruta del Estado y puede hacer mucho daño», añadió Morera. «Nosotros somos mucha gente, tenemos que llegar hasta donde podamos, no nos vamos a echar atrás ahora».

La multitud reunida siguió en directo la votación nominal y secreta, aplaudiendo a muchos de los que se sabía que votaban en favor y abucheando cuando se nombraba a los diputados de la oposición, que se ausentaron del pleno en señal de protesta.

Además, fueron contando en alto los votos a la par que lo hacía en el Hemiciclo la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, aplaudiendo los 72 «síes» y lamentando los diez «noes».

«Es un sentimiento de liberación después de muchos años de luchar por los derechos de mi pueblo», aseguró Jaume Ruiz, administrativo de 54 años.