La Plata, sep 6 (DIB).- La Policía local de La Plata sufrió un insólito episodio cuando arribó a un domicilio para realizar un procedimiento: un ladrón se llevó el patrullero, que apareció horas después desmantelado.
El patrullero en el que viajaban fue robado cuando los agentes llegaron a una casa de Tolosa de la capital provincial, y horas después lo encontraron desmantelado, sin las llaves, el equipo de radio, una escopeta calibre 12/70, un chaleco antibalas y las luces de la sirena.
El hecho ocurrió cuando policías intentaron mediar en una pelea familiar que se registró en una casa ubicada en las calles 520 y 115. Según las fuentes, una patrulla acudió a un llamado por una denuncia en la propiedad que tenía como partícipe a un adolescente de 16 años al que en un primer momento no pudieron controlar.
Insólito, el colmo de la inseguridad o la descripción más dantesca que se busque. Los platenses asisten a una despiadada ola de inseguridad, que anoche tuvo, tal vez, el capítulo más increíble de todos, con el robo de un patrullero.
El móvil, número de orden 22844, había acudido a una denuncia a una vivienda de 520 y 115, por un supuesto conflicto familiar.
En el lugar, la Policía encontró a un menor de 16 años, que fue señalado como el causante de esa violenta situación. Pero como el primer agente que ingresó al domicilio, con el rango de sargento, no lo pudo controlar, fueron en su apoyo dos compañeros: un oficial y una teniente. Los tres del CP de La Plata.
Atrás había quedado el patrullero, en soledad, con las llaves colocadas. Y esa oportunidad no fue desaprovechada por un delincuente, que se lo llevó a toda velocidad.
La maniobra fue rápidamente descubierta por los efectivos, que pidieron ayuda con sus celulares.
De inmediato, la zona se convirtió en un hervidero.
Vía sistema de rastreo satelital, fueron conociendo hacia dónde fugaba el autor del audaz golpe, que escogió la zona del barrio El Mercadito, más precisamente las calles 515 y 122, para dejarlo abandonado.
Claro que antes le sacó las llaves, el equipo de radio, una escopeta calibre 12/70 y un chaleco antibalas, según se detalló en el reporte oficial.
También, según versiones, las luces de la sirena.
Lo que ahora se intenta determinar es si los efectivos no fueron engañados a la denuncia y, el aprehendido por violación de domicilio, no actuó en connivencia con el que se llevó el patrullero.
Al cierre de esta edición, en medio de un gran revuelo dentro de la fuerza, Asuntos Internos decidió el inicio de un sumario administrativo.
Fuentes DIB/ El Día