El país de los globos y el cotillón político

El diccionario define el cotillón como una fiesta con baile para celebrar alguna fecha, y también al conjunto de adornos y objetos divertidos que se usan en la misma.

Pues bien, los globos del PRO que se trasladaron a Cambiemos incluyeron el baile del presidente en los balcones de la Plaza para no ser menos que su antecesora.

Pero la verdad es que para nuestro pueblo no tiene nada de divertido.

Durante las dictaduras y las democracias se han incrementados dos males: el déficit fiscal y el endeudamiento.

El primero surge cuando quienes administran el Estado gastan más de lo que ingresa. Y el segundo se compone de deuda interna pública y privada, y deuda externa del Estado Argentino y de las empresas.  Con honrosas excepciones como el gobierno de Isabel Perón, depuesto en 1976, que había bajado la deuda externa de 11.000 millones a 7900, y un período en la presidencia de Néstor Kirchner, en que no tuvimos déficit fiscal.

En 1946 el General Perón repatrió la totalidad de la deuda externa. No existía déficit fiscal, no había desocupados y la pobreza alcanzaba al 1,50%. El golpe criminal de 1955, en junio con el bombardeo y en septiembre con la caída, provocó una hecatombe que aún hoy pagamos.

El radical Eugenio Blanco fue nombrado por la dictadura de Rojas y Aramburu, ministro de Economía. Y a pedido de Raúl Prebisch, un operador de la banca internacional denunciado por Arturo Jauretche, nos hicimos socios del Fondo Monetario Internacional. Inmediatamente de país acreedor donde varios países del mundo nos debían, la “fusiladora” cumplió su cometido y el de los ingleses y nos inscribió como país deudor que se amplió, salvo las excepciones antes marcadas.

Para que tengamos en claro, de los últimos 60 años hubo 52 de déficit fiscal, salvo del 2003 al 2007 donde Kirchner bajó el gasto público e hizo bajar la deuda externa heredada de 189.000 millones de dólares a 126500 millones de dólares.

Cristina, después de pagar más de 200.000 millones de dólares de interés, entregó el país con 250.000 millones de dólares de deuda y un abultado déficit fiscal que Macri engrosó en los dos casos, considerablemente.

El proceso militar tomó el país con 7.900 millones de deuda y lo entregó a Alfonsín con 45.100 millones, la industria nacional fundida, muertos y desaparecidos en el segundo golpe contra el peronismo.

Alfonsín entregó un país con hiperinflación, saqueos, crecimiento de las villas de emergencia, renunció seis meses antes, las arcas quedaron vacías y la deuda externa trepó a 65.300 millones de dólares.  Cuando llegó el turno de Menem, todas las cuentas estaban en rojo y había un abultado déficit fiscal.

Los liberales que penetraron su gobierno aconsejaron conseguir fondos con la venta de las empresas del Estado y las privatizaciones.

Alfonsín había agotado la maquinita de hacer billetes y antes de irse, la Junta Coordinadora Nacional hizo una emisión melliza de billetes argentinos, que hubo que rescatar de la especulación.

Nació la convertibilidad, pero en lugar de financiarla con pesos, desarrollo industrial y exportaciones, basado en el uno a uno, se tomaron deudas en organismos internacionales.

Después de vender las joyas de la abuela, Menem entregó el país con una deuda externa de 121.877 millones de dólares.

La aparición de Fernando de la Rúa dejó, en dos años, una deuda externa de 144.453 millones de dólares. Se fundieron las reservas, el megacanje y el blindaje. Pasó a ser bautizado “Fernando de la Ruina” y evaporó 200.000 millones de dólares.

Se fue con treinta muertos.

Después de la anarquía presidencial (tuvimos tres presidentes en una semana) asumió Eduardo Duhalde, y se fue con una deuda externa de 178.768.

Kirchner la bajó a 126.500 millones y Cristina la subió a 250.000 millones de dólares.

En lo que va de Macri se aumentó el déficit fiscal en un 60% y el país debe 90.000 millones de dólares más. Por lo cual con los intereses, las deudas provinciales, municipales y de empresas privadas, el país debe más de 400.000 millones de dólares.

En el ínterin de este cotillón nos contaron toda clase de globos. Pero lo cierto es que aumentó la desocupación, la pobreza y la indigencia.

Personajes como Domingo Felipe Cavallo se dieron el gusto de estatizar la deuda privada durante el proceso, haciendo que los pasivos empresariales los pague el pueblo argentino. Entre los grandes favorecidos estuvo el grupo Macri.

Mientras los trabajadores cobraban con patacones, lecops y un montón de otros bonos provinciales, la sociedad impuso el trueque donde se cambiaba una torta por una camisa, o una bicicleta por una flauta. Tuvimos bombardeados, fusilados, desaparecidos, indigentes, mientras los banqueros y los grupos económicos sacaban por Ezeiza camiones de caudales.

Hubo corralito, corralón, subversión, represión, huelgas, piquetes, y hoy los políticos y economistas siguen hablando como si nada hubiera pasado.

Cuando un país tiene déficit es porque mal administra lo que ingresa, y hay una sola forma de resolverlo, administrando bien.

El Estado es administrado por el gobierno de turno con el tributo impositivo. La evasión en la Argentina supera el 50% y el Estado es tomado como botín de guerra, y cada administración aumenta su población.

La otra solución es aumentar notablemente las exportaciones para que el ingreso externo provoque el equilibrio del déficit fiscal. Nada de eso. Todas las balanzas entre lo que exportamos e importamos son negativas. Nuestros dos principales socios en las exportaciones, Brasil y China, tienen balances favorables a ellos. Nos venden más de lo que nos compran.  Así como vamos, los globos van a explotar.

El ingeniero presidente y sus ministros ecológicos ven brotes verdes de la economía. Deben tener sus huertas privadas en algún paraíso fiscal.

Al decir de José de San Martin, serás lo que debas ser, o si no, no serás nada.

En el país de los globos el cotillón político nos entretiene todos los días. Cada vez se vive peor y aumenta la inseguridad, de la mano de la injusticia social.

Si gobernar es crear trabajo, decía Perón, ¿cómo definimos a la clase política y económica argentina que crearon esta Argentina inviable?

De nosotros depende si queremos una Patria justa, libre y soberana, o queremos seguir en el país de los globos o el cotillón. Cada uno debe decidir.

La seguimos mañana, a las 6, por AM 650 Radio Belgrano.

MIGUEL ANGEL DE RENZIS