Convocan activamente a participar de la movilización. «Hay mucha bronca en la gente», anticipan.
Los intendentes peronistas del conurbano se sumaron a la marcha de la CGT y este lunes se encontraban terminando de organizar «cuestiones logísticas» para garantizarse una convocatoria masiva que les sea funcional en su estrategia de constituirse como la «renovación» del peronismo frente al gobierno de Mauricio Macri.
La cúpula de la CGT ya tuvo una advertencia: no quieren kirchneristas en el palco. Los líderes sindicales buscaron, además, garantizar que no habrá banderas partidarias en la marcha, en una bajada de línea para que no termine capitalizada por la ex presidenta Cristina Kirchner. Con esas condiciones, aceptaron el respaldo que le darán los intendentes, los movimientos sociales y la CTA.
«La calle explotará de gente», se entusiasmó un intendente del conurbano en diálogo con LPO, quien explicó que «hay bronca en la gente», ante las subas de tarifas, la falta de empleo y la sensación de «no llegar a fin de mes». Por eso, aseguró que se sumará a la iniciativa del triunvirato conducido por Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer.
Como contó un miembro del Grupo Esmeralda a LPO, los intendentes saben que la agenda en este momento pasa por oponerse al gobierno de Macri y elevar los reclamos de la gente. El acercamiento de ese grupo a la CGT se dio semanas atrás, cuando la cúpula dejó sellada en una foto su buena sintonía con los jefes comunales peronistas, días después de hacerlo con dirigentes del PJ.
Se trató de una serie de encuentros que organizó la central obrera para sumar respaldo a la movilización convocada para este 7 de marzo. El lomense Martín Insaurralde confirmó a LPO que después de ese encuentro convocó al PJ de Lomas, del cual es presidente, a movilizar a la marcha.
«Se están coordinando cuestiones logísticas, va a ir mucha gente», vaticinaron desde su grupo de intendentes a este sitio. En ese marco tuvo lugar, unos días atrás, la reunión del intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, con Daer y los representantes de los sindicatos de la CGT regional.
«Nosotros compartimos la preocupación que tienen cientos de miles de trabajadores, y vamos a acompañarlos en la movilización», dijo Katopodis en ese encuentro que tuvo lugar en la sede de la UOM, y agregó: «Hay un Presidente que describe una realidad que está desenganchada de la angustia y los problemas de los vecinos, comerciantes y laburantes».
También hizo hincapié en uno de los reclamos fundamentales de los intendentes: que Macri brinde «respuestas» e incluya en su agenda a los trabajadores y a las Pymes, golpeadas por las fuertes subas de tarifas y la caída de las ventas.
No sólo los intendentes del Esmeralda se suman a la marcha. Desde el Grupo Fénix, más alineado al kirchnerismo, también confirmaron a LPO que van a movilizar este martes. «Se espera que vaya muchísima gente», dijo a este sitio el mandamás de escobar, Ariel Sujarchuk, quien también manifestó que hay «enojo» en la calle y eso quedará reflejado en el alto poder de convocatoria.
Desde el entorno de Fernando Espinoza también se estaban organizando para movilizar gente y este lunes enviaban mensajes con directivas. La columna del peronismo bonaerense que comanda el matancero saldrá desde la intersección de Avenida Belgrano y 9 de Julio. «Nos reunimos el martes a las 13.45 horas en el Hotel Howard Johnson, hasta que esté armada la columna», informaban desde su entorno.
Desde el Fénix aseguraron a este sitio que respetarán el pedido de la CGT de «acompañar pero sin banderas políticas». Es que los sindicatos que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) ratificaron que se adhieren a la marcha de la CGT, pero aclararon que no habrá paro y exigieron restringir la presencia en el escenario. «Lo vamos a cumplir, pero se sabrá que nosotros convocamos también», dijo un jefe comunal a este sitio.
El intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, contó a este sitio que no sólo irá en representación del grupo Fénix sino que reunió a la Juventud Peronista bonaerense -que él preside- y sacaron un documento para acompañar a la CGT.
«La JP, al final del encuentro, decidió acompañar la movilización», dijo Nardini y contó que en el documento se buscó expresar el descontento ante las medidas llevadas a cabo por el gobierno nacional y al mismo tiempo pregonar que existe «un solo camino: la unidad».
En paralelo, autoridades del PJ de cada municipio manifestaron su adhesión con la marcha y la CGT también contará con el visto bueno de muchas organizaciones sociales, entre ellas el Movimiento Evita.
Como explicó LPO, la organización que tiene entre sus referentes a Fernando «Chino» Navarro tiene buena relación con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, pero reclama la reglamentación de la emergencia social y aprovechará la marcha como mecanismo de presión.
En ese marco, el titular del Evita, Emilio Pérsico, aseguró días atrás que «la situación está muy mal», por lo que confirmó, luego de la reunión con la cúpula de la CGT que las organizaciones sociales va «a acompañar la movilización» del próximo 7 de marzo.
«CTEP y el Evita moverán todo», confirmaron desde esa organización a LPO. Fue Pérsico el encargado de articular este evento con otras fuerzas y desde su entorno confirmaron que «la jugada del Evita pasa por ahí, por armar un polo fuerte en el que converjan distintos sectores sociales que buscan constituirse como una alternativa política» al gobierno de Mauricio Macri.
A la marcha de la CGT se subieron además las dos CTA y sus principales gremios, Ctera (docentes) y ATE (estatales); otros movimientos sociales aliados como Barrios de Pie y la CCC; la militancia kirchnerista y hasta algunas organizaciones de izquierda. Estos últimos grupos son los más resistidos por los cegetistas, pero pese a que no ocultan la tensión, saben que les suman número y no rechazan su adhesión.