Sólo lo supera el aumento de precios y los tarifazos, que preocupan al 26.6% de los consultados, mientras que un 15% cree que la corrupción sigue siendo el mayor flagelo a combatir.
Pese a sus esfuerzos, el Gobierno está lejos de conseguir que la gente lo considere honesto: Un 39,1% evalúa que en la actual administración hay un nivel «muy alto» de corrupción y un 23,7% «alto».
Este tema se evaluó en la cumbre que encabezó Olivos con Vidal, Peña, Monzó, Larreta, Frigerio y Durán Barba, al otro día de la sesión de Diputados en la que se mezcló el Correo con la fallida intención de bajar las jubilaciones. Allí se encendieron todas las luces rojas porque se vio el impacto en las encuestas del caso y como ponía en riesgo el vínculo del Presidente con la sociedad, principal sostén del Gobierno.
Los otros problemas que preocupan son el empleo (13.5%), funcionamiento de la justicia (12.5%) y recién después la inseguridad (8.1%), en otros épocas estaba al tope de las urgencias.
La encuesta se realizó entre 20 y el 21 de febrero en todo el país, con 4.517 casos y un error estadístico +/- 1.49%.
La situación económica es otra señal de alarma: por cada entrevistado que afirma que está mejor, hay 8 que dicen estar peor económicamente, desde la asunción de Macri como presidente.
Como atenuante, hay un 37% que culpa exclusivamente a Cristina Kirchner por ese deterioro, un 31.6% a Macri y un 26.8% responsabiliza a ambos.
La gestión de Macri siguen sin conformar a la mayoría: 57.4 la rechaza y un 39.4% la respalda. LPO había anticipado que el Correo le costó al Gobierno de Macri alrededor de 10 puntos de aprobación, algo que en privado los funcionarios de la Jefatura de Gabinete niegan y sostienen que sigue en el 50%. Sin embargo no muestran encuestas que confirmen esa afirmación.
Los sondeos conocidos en las últimas semanas coinciden con este de Aresco, la aprobación del Gobierno ronda el 38% y el rechazo el 60% de las preferencias.
María Eugenia Vidal continúa como la dirigente más aceptada del país, aunque la gestión ya empezó a hacerle crecer un rechazo impensado meses atrás.
Un 53.7% del país tiene una imagen positiva de la gobernadora pero la negativa llega a 31.6. Macri está bastante peor: 42.9 lo quiere y 52.3 lo rechaza.
Massa sale casi empatado (40.4 de imagen buena y 41.3 mala), mientras que Cristina Kirchner sigue con un alto diferencial negativo: 37.5 la respalda y 58.9 no.