Panadero solidario: Hornea 500 panes dulces por día para regalar en navidad

Bariloche
Un ejemplo: Nicolás Martínez, un panadero solidario que hornea 500 panes dulces por día en Bariloche para regalar en Navidad

Desde hace más de dos décadas, Nicolás Martínez logra que las familias más carecientes de Bariloche puedan tener un pan dulce para compartir en las fiestas; este año tiene como objetivo hacer 10.500 panes; «El que da siempre tendrá y el que ama no morirá falto de amor» es su lema

Nicolás Martínez es paraguayo pero vive hace mucho en la Patagonia argentina. Allí se dedica a la panadería y, desde hace 22 años, realiza una tarea solidaria cada Navidad en Bariloche: con la ayuda de cinco voluntarios, hornea panes dulces para los que menos tienen.

Según informó el diario local El Patagónico, trabajan quince horas por día para continuar con esta tradición barilochense en la cocina del ex-hogar Gutiérrez. Sin embargo, aunque en la cocina son solo cinco personas, hay decenas de voluntarios anónimos que colaboran con la causa. Algunos ayudan con el empaquetado de los panes, otros llevan donaciones y otros los repartirán en las instituciones locales, merenderos, centros de abuelos y juntas vecinales.

«El que da siempre tendrá y el que ama no morirá falto de amor», escribió letras de colores en un cartel el propio Martínez, en una pared en la sala donde se guardan los panes dulces listos que serán entregados el 22 de diciembre, y que esperan que este año superen las 10.000 unidades. Martínez llegó hace varias décadas del Paraguay y se radicó en Bariloche para trabajar en la construcción y la panadería.

Él mismo se encarga de coordinar la cocina, el acopio y la distribución de los panes dulces donde «no hay bandera política ni creencia religiosa», asegura, aunque no deja de destacar que este año colaboraron la provincia (con un subsidio de 90.000 pesos para insumos), la Municipalidad (con los insumos para elaborar 2.500 panes), empresas privadas y personas anónimas, para poder reunir los productos.

Todos los días los voluntarios trabajan amasando de 7 a 22, con el objetivo de producir un promedio de 500 panes diarios. El año pasado superaron los 10.500 panes dulces. Un verdadero ejemplo.

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