El pez por la boca muere

 

El pez por la boca muere: De avanzar la ley contra el nepotismo, Vidal estará en serios problemas

 

La iniciativa surgió en el interior de Cambiemos. Busca prohibir designar familiares por parte de funcionarios de cualquiera de los tres poderes. De aprobarse y aplicarse de manera retroactiva, el gabinete de María Eugenia Vidal estará bajo la lupa.

En 2015, en plena campaña electoral, el Pro apuntó toda su artillería contra el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, por la designación de su hija Delfina como directora del Banco Nación. Si bien parecía que con la salida de la economista kirchnerista se terminaba una etapa de nepotismo en Argentina y que el nuevo gobierno marcaría, al menos en este aspecto, una importante diferencia con sus antecesores; las designaciones de Cambiemos no solo desconcertaron sino que los convirtieron en abanderados del “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.

Es que el macrismo convirtió un caballito de batalla en un modelo a imitar. Tan burdos y múltiples han sido los nombramientos de familiares en los estamentos gubernamentales que un diputado de Cambiemos propuso que la Legislatura provincial debatiera sobre un proyecto que prohíbe este tipo de mecanismos.

Se trata de una iniciativa de Guillermo Castello, que forma parte de la Coalición Cívica-ARI, dentro del frente de Cambiemos. De avanzar, los funcionarios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial tendrán prohibido contratar hermanos, esposos, primos e hijos en la administración pública de la provincia de Buenos Aires. Dado que los casos se multiplican en todos los sectores políticos, el proyecto prevé sanciones para los funcionarios que insistan en aprovechar su posición en el estado para nombrar a un familiar: la designación será declarada nula; se inhabilitará al funcionario por un máximo de cinco años para ejercer la función y al pariente designado, y el favorecido deberá devolver el dinero percibido.

El objetivo, según el legislador de Cambiemos, es “establecer una meritocracia republicana, tener una burocracia más profesional, que la administración pública tenga autonomía ante el poder político y promover la igualdad de oportunidades para acceder a la administración pública”.

El autor de la iniciativa, de cara al tratamiento del pliego, reconoció hace unos días que existen casos claros de nepotismo dentro de Cambiemos -incluso dentro del gobierno- e indicó que es consciente de que puede haber resistencia a este proyecto. Sin embargo, consideró que “es un debate que hay que dar porque la ciudadanía lo está pidiendo”.

En este sentido, Cambiemos debería rever sus equipos, en el caso que sea aprobado y que su aplicación sea retroactiva, puesto que tanto en la administración provincial como municipal existen casos de graves de nepotismo.

Probablemente el caso más polémico sea el de Jorge Macri, primo del presidente de la Nación Mauricio Macri, quien, siendo intendente de Vicente López, obtuvo un nuevo cargo tras la victoria de Cambiemos: se lo nombró presidente del grupo BAPRO.

Pero la preocupación es mayor y se extiende al equipo de la gobernadora Vidal, donde también hay familiares para todo gusto y piacere; comenzando por su ex esposo, Ramiro Tagliaferro, un concejal devenido en intendente de Morón. Entre los que engrosan la nómina del nepotismo bonaerense, están el titular de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Elustondo, que nombró a su hija, Paula Elustondo, como coordinadora de Prensa. También el ministro de Gobierno, Federico Salvai, quien es el esposo de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley.

Por otra parte, Manuel Vidal, pariente de la gobernadora, se desempeña como subsecretario de Gestión Territorial en Educación. También encontró un lugar en el gobierno bonaerense el padre de Martiniano Molina, intendente de Quilmes: don Jorge asumió como director provincial de Fiscalización Sanitaria.

Los vínculos familiares también llegan a la Legislatura provincial. El armador de Cambiemos en la Cámara de Diputados, vicepresidente del cuerpo, Manuel Mosca, está casado con la legisladora nacional Gladys González, a quien no por nada colocaron como interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ya que sería la “cajera” del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (el mismo que recientemente desembolsó 4 millones de pesos para su esposa Julieta Spina gracias a una licitación con el gobierno de la CABA).

Y la danza de nombres continúa. La esposa de Luis Majul, María Elizabeth Conte Grand, es la mano derecha de la vicepresidenta Gabriela Michetti en el Senado de la Nación y es pariente del secretario de Legal y Técnica bonaerense, Julio Conte-Grand; es un caso similar al de la subsecretaria de Capital Humano, Mariana Arribas, más conocida como la “niña mimada” de Vidal, quien comparte árbol genealógico con el representante de futbolistas Gustavo Arribas, el hombre más rico del gobierno de Macri que fue designado como titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ex SIDE.

Además, Gabriel Mércuri es subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del ministerio de Desarrollo Social. Su madre, María Elena Torresi, es una de las legisladoras provinciales de Cambiemos, mientras que su padre Osvaldo Mércuri es integrante del Parlasur.

Recientemente, Eduardo Grinberg, presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, encargado de controlar el desempeñó de la gestión de Vidal, sufrió un furioso escarnio mediático por nombrar a su esposa y a su hijo con salarios exorbitantes. Los casos siguen y siguen…

Si este proyecto se aprueba, los municipios deberían adherir a la ley a través de sus concejos deliberantes. Es que a nivel distrital la historia se repite a lo largo y a lo ancho de todo el territorio bonaerense, pero detallar cada uno de los lazos familiares es una tarea interminable.

Sí, a modo anecdótico vale la pena hacer un repaso general en torno a lo que sucede en el gabinete de Mauricio Macri. El ministro de Comunicaciones Oscar Aguad nombró a su yerno, Rodrigo de Loredo, como presidente de ARSAT. Carla Piccolomini, la esposa del ministro de Modernización, Andrés Ibarra, es la flamante directora de Relaciones Institucionales de Radio y Televisión Argentina (RTA). Carolina Azzi, la novia del ministro de Cultura, Pablo Avelluto, es coordinadora de prensa de esa cartera. Josefina Rouillé, esposa del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fue designada gerenta general del Fondo de las Artes.

También los ministros Ricardo Buryaile, de Agroindustria, y Gustavo Santos, de Turismo, nombraron a familiares cercanos en las áreas que comandan. El primero designó a su primo Amadeo Nicora al frente del INTA, mientras que el segundo puso a su hijo, Matías Santos Crocsel, como jefe de asesores de gabinete.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es quizá la que más familiares nombró. Su hijo, Francisco Langieri Bullrich tiene un cargo en la cartera de Modernización; su primo, Segundo Cernadas, fue designado en ANSES pese a que no renunció a su banca de concejal en Tigre; y su cuñada, Ana Gazcón Araoz, fue nombrada en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. (www.REALPOLITIK.com.ar)