Hecho en casa: después de 25 años, la vuelta del vinilo tiene marca nacional

Cuesta imaginar que en esta enorme fábrica semiabandonada, de paredes descascaradas y largos pasillos, hoy con grandes espacios en plena construcción y apenas un sector con media docena de operarios trabajando en torno de dos máquinas prensadoras, se forjaba, medio siglo atrás, la era dorada de la industria discográfica en la Argentina. Por entonces se trataba de las instalaciones locales de la multinacional CBS, en donde se fabricaban discos de vinilo sin cesar, con 34 máquinas en funcionamiento permanente. La fábrica, la última entre sus pares, dejó de hacer vinilos en 1991 con la intempestiva llegada del compact disc al mercado, y ni el más optimista melómano pensó desde entonces que ese misterioso proceso que convierte el plástico en el oscuro y redondo objeto de deseo volvería a realizarse en este lugar.

Pero aquí estamos, presenciando este procedimiento que, a pesar de los años transcurridos, aún mantiene etapas de lo más artesanales y que abre un impensado nuevo capítulo en la historia. «Hoy estamos en condiciones de producir 50.000 vinilos por mes y la idea es a fin de año sumar cuatro prensas más y poder así fabricar 250.000 discos mensuales», dice Mariano Morello, uno de los dos hermanos que llevan adelante esta odisea desde hace aproximadamente un año y medio, según ellos mismos, a pedido de Sony Music. «Nosotros teníamos mucha experiencia desde lo industrial, la instalación de máquinas y equipos. Somos la empresa número uno de la gráfica en el país y trabajamos con los sellos discográficos haciéndoles las tapas y los libritos de los discos desde siempre. Pero para poder fabricar vinilos tuvimos que analizar otras cuestiones, hubo que instruirse en un montón de cosas que nadie sabía, además de la gran inversión que todo esto requiere para poder hacer un vinilo de alta calidad y que suene como tiene que sonar. Porque esto no es sólo apretar plástico.»

Cuestión de números

Ahora bien, ¿la fabricación local bajará los precios de los vinilos? Los hermanos Morello sostienen que si bien aún no llegaron a tener el mejor precio mundial, «el de las fábricas líderes como la checa GZ», los vinilos hechos en el país tienen un costo menor a los fabricados en los Estados Unidos y en Europa occidental. Desde Sony aseguran que los costos bajaron y que los precios en disquerías también lo harán, aunque eso se verá recién en las próximas ediciones y según cómo se vaya acomodando el mercado.

«Hoy los precios de los vinilos son muy anárquicos», remarca Juan José Rodríguez Molas, coleccionista y uno de los organizadores de la feria Buenos Aires en Vinilo, que este sábado volverá a abrir sus puertas, entre las 11 y las 20, en The Roxy Live, Niceto Vega 5542. «Por eso esperamos que estas reediciones también calibren un poco los costos, ya que una de las mayores críticas que tiene este regreso del vinilo es ¿por qué un disco que afuera cuesta 20 dólares, acá se consigue a 60?»

Esta sexta edición de la feria sigue «con la premisa y el espíritu de reunir en un mismo lugar y en un mismo día a coleccionistas, curiosos y compradores de discos por un lado, y a un selecto grupo de expositores, quienes aseguran y a quienes invitamos a traer su mejor material para mantener la calidad de las ediciones anteriores que han sido un éxito», sostiene Rodríguez Molas, y con respecto a la flamante fábrica local de vinilos agrega: «La verdad es que las expectativas son muchas y muy elevadas, porque el antecedente histórico argentino no es el mejor para los más audiófilos. Cuenta la leyenda que los discos de vinilo de fines de los 80 los hacían con peines viejos. Digamos que la calidad no era muy buena y todos los melómanos y coleccionistas esperamos que eso cambie. Desde nuestro lugar celebramos que haya gente dentro de las compañías discográficas que le han sido tan fieles al formato, ya sea por cuestiones afectivas o personales como por un fin comercial, que seguramente también lo tenga».

Mientras los dos ingenieros de sonido más importantes que haya tenido el rock en el país festejan esta nueva vida del vinilo, aunque poniendo algún que otro reparo (ver aparte), la última palabra la tendrán los melómanos consumidores de este fenómeno. «Nosotros desde un primer momento sabíamos que la clave de este trabajo estaba en hacer un vinilo de una calidad de excelencia -remata Diego Morello-. Porque si el producto que se lanza al mercado es de mala calidad, la gente termina por descreer del vinilo. Es fundamental cuidar la calidad y si no la cuidamos ahora y para siempre, no tiene sentido hacer esto. Porque hoy la música se puede escuchar de varias maneras distintas, pero el que es consumidor de vinilos quiere la mejor calidad. Con los vinilos no hay medias tintas y la calidad no se negocia.»

El paso a paso de la fabricación

Estampadores

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Los discos estampadores de níquel (uno para el lado a y otro para el lado b del disco) se ubican en la máquina prensadora.

«Galleta» vinílica

 

Se coloca la «galleta» de 200 gramos de plástico en caliente, aproximadamente, con las respectivas etiquetas de cada lado.

Enfriamiento

 

 

Se prensa por apenas unos cinco segundos, al mismo tiempo que a través de un rápido enfriamiento se lo endurece.

Recorte

Mañana habrá una nueva noche de las disquerías

Zivals (Callao 395)

Desde las 18 actuarán Fernando Goin, Yamila Cafrune, la Orquesta El Arranque, Leonardo Pastore y Palo Pandolfo. Habrá 20% de descuento en CD y DVD.

Musimundo (Corrientes 1753)

A las 20 cantará Marcela Morelo. 30% de descuento llevando tres o más CD o DVD.

Notorious (Callao 966)

Entre las 19 y las 22.30 se presentarán Vanesa Martín, Mariano Otero y Diego Frenkel.

RGS Music (Corrientes 5233, local 2)

Música en vivo desde las 19.30, con actuaciones de Las Creme Brulee, Las Nueces Mágicas, La César Pavón Orquesta y Ariel Prat. Proyección en pantalla gigante del documental Jai-Fi (50 años de vida, música y fidelidad en la Disquería RGS). Programación completa en www.capif.org.ar