Periodista paraguayo: De ciudad en ciudad en búsqueda de trabajo

Tiene 66 años y camina de ciudad en ciudad buscando trabajo

Ramón Rojas se dedicaba al periodismo en Paraguay, su país natal, hasta que la dictadura de Alfredo Stroessner lo obligó a migrar hacia Corrientes. Con casi 30 años, ese fue el inicio de una vida con muchas idas y vueltas, que incluyó experiencias en Colombia, Perú y Ecuador. Hoy, la crisis laboral lo empuja a encontrar nuevos destinos.

Con su «mono» a cuesta, Ramón Rojas sorprendió a pobladores de la localidad bonaerense de Pringles, cuando por estos días a paso lento y persistente, transitó sobre la Ruta 51, con dirección sureste. La historia de este hombre de 66 años fue digna de escuchar y de contar por el diario local El Orden.

Su trayectoria viajera comienza hace muchos años atrás, cuando tenía 29 años y era mecanógrafo y periodista en Paraguay, su país de origen. En ese entonces, por problemas con la dictadura que había tomado el poder, Ramón tuvo que cruzar hacia la ciudad de Corrientes.

Durante dos años, vivió en aquella ciudad litoraleña trabajando en la prensa y, luego, decidió salir a recorrer el continente. Conoció Colombia, Perú y Ecuador. En este último, volvió a conseguir trabajo como periodista para el diario “El Tiempo” (de Quito), donde se quedó un año y medio.

Despues de eso, volvió a la aventura y regresó  a Argentina, lugar que entre tantos países eligió para vivir.  Estuvo durante años en Capital «trabajando detrás de los escritorios» y cuando descubrió que ya no “encajaba en el mercado laboral” decidió aventurarse en busca de otros caminos.

“Conocía la zona sur de Argentina, y decidí irme a Comodoro Rivadavia, porque me gusta el clima y la gente del lugar”, comentó. En esa ciudad consiguió trabajo como empleado de empresas constructoras. La actual crisis del sector lo empujó a buscar nuevos destinos.

Hace más de un mes que viene «caminando la ruta, con su mono a cuestas». Según el clima, son varios los  kilómetros que recorre por día, y normalmente elige lugares donde no hay gente, para acampar. “Me gusta la soledad”, reconoce y aclara que no tiene familia y sus parientes quedaron en su país natal.

Además de buscar trabajo, Ramón tiene otro objetivo: “cuando regrese a Capital Federal, y quede al fin quieto, quiero escribir un libro”, cerró.

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