Las inundaciones en la provincia, las perspectivas personales y políticas que se marchitaron con la derrota presidencial de Daniel Scioli y el desarraigo, tras radicarse en diciembre en los Estados Unidos. Son varias las causas que en los últimos meses habrían minado el ánimo de Alejandro Arlía y profundizado un cuadro depresivo que ya se había manifestado antes, según dijeron quienes conocieron de cerca al ex ministro de Infraestructura bonaerense, que se suicidó esta semana.
Tras ser visto por última vez el miércoles, Arlía fue encontrado a las 14.30 del viernes bajo el puente Donaldson Run, de la autopista George Washington, que corre junto al río Potomac, al sudeste de la capital estadounidense. La policía lo buscaba en la zona boscosa que rodea esa autopista desde las 3.45 de la mañana, cuando habían encontrado su auto abandonado.
De los informes policiales y la consulta a allegados se desprende que Arlía se suicidó arrojándose del puente, no de un disparo. Y que dejó un mensaje de despedida en su celular, para explicar la decisión a su familia: su mujer, Lorena Capra, y sus dos hijas, de sólo 7 y 3 años. La policía entregó ese mensaje, impreso, a la familia, que decidió mantenerlo en privado.
Arlía vivía en el área urbana de Bethesda, vecina a Washington, desde diciembre. Se había mudado allí tras la derrota electoral, para acompañar a su mujer, que integra la representación argentina en la Organización de Estados Americanos (OEA). Estaba cerrando un acuerdo para trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Quienes lo conocían de cerca sabían de sus altibajos, que lo llevaban del buen humor a la furia, lo que más de una vez lo hizo sufrir un traspié en la política, en las redes sociales y frente al periodismo. «Pero se rompía el lomo, hacía sentir a todos bien, sufría por lo que no podía hacer. Era un tano de 51 años con un carrera enorme que de golpe tuvo que empezar otra vez», recordó una allegada.
La noticia de su muerte, sumada a otra sobre una investigación por lavado sobre Scioli, disparó todo tipo de especulaciones. Ayer, tanto en la Justicia como desde el entorno de Elisa Carrió, que denunció al ex gobernador, aclararon que Arlía no había sido acusado.
Los resultados de su autopsia estarían listos mañana. La intención de su familia, que recibió asistencia de la OEA y de la embajada argentina, es traer el cuerpo al país a la brevedad.
Leé más en La Nación